TOP 30 Molino boutique en Cantabria

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El Molino de Cicera es una joya arquitectónica de estilo colonial que data de principios del siglo XX, y que ha sido cuidadosamente restaurada para conservar todo su encanto original. Ubicado en una finca de 4000 m2, el edificio alberga un antiguo molino de agua que añade un toque de historia y tradición al lugar. Situado en el corazón de los Picos de Europa, al borde del desfiladero de la Hermida, El Molino de Cicera ofrece un entorno natural impresionante a tan solo 20 km de Potes. Con un amplio jardín y una encantadora terraza, este alojamiento rural en Liébana es el lugar perfecto para una estancia relajada y tranquila en plena naturaleza.

La Infinita Rural Boutique es un lugar especial, donde podrás experimentar la buena vida sencilla. Ubicado en el pintoresco pueblo de Carmona, en el valle de Cantabria, este es un lugar donde podrás reconectar contigo mismo y con la naturaleza. Rodeado de montañas y con un ambiente tranquilo, La Infinita te transportará a la esencia de la vida rural. Nuestra preciosa Casona, de arquitectura montañesa, y el molino de La Infinita, ofrecen un ambiente único y tranquilo, perfecto para disfrutar de la naturaleza, la gastronomía local, la fotografía, el deporte y la artesanía. El molino es una casa de alquiler completo, con un impresionante jardín rodeado de árboles y un río que lo atraviesa, todo hecho con mucho mimo utilizando productos locales.

El Molino Tejada es una institución única ubicada en el hermoso entorno de Valdeperal, en Polientes, Cantabria. Este molino histórico ha sido restaurado con esmero para convertirse en un espacio dedicado a la creatividad, el arte y la reflexión. En el Molino Tejada, los visitantes pueden sumergirse en un ambiente de tranquilidad y serenidad, alejados del bullicio de la vida cotidiana. El sonido del silencio es una parte integral de la experiencia en este lugar, donde se fomenta la introspección y la conexión con la naturaleza.

El Hotel Rural la Casa de las Arcas es una posada del siglo XVII que ha sido cuidadosamente restaurada con piedra y madera de roble recuperada, convirtiéndose en un acogedor alojamiento con once habitaciones dobles, cada una con su propio baño. Además, cuenta con un comedor, un salón, un porche y un aparcamiento propio para mayor comodidad de los huéspedes. Ubicada en el pintoresco núcleo de Vada, la casa se encuentra en un entorno natural privilegiado, donde convergen los ríos Bajurín, Quiviesa y Vejo. En las inmediaciones, se pueden visitar dos antiguos molinos harineros y disfrutar de la belleza del azud, que ha sido escenario de algunas películas de cine.