Castillo de Requena

El Castillo de Requena, ubicado en la Calle Fortaleza, 13, es una institución de origen musulmán que ha experimentado numerosas restauraciones y adaptaciones a lo largo de los siglos. Las intervenciones de diferentes épocas se reflejan en sus muros de tapial, mampostería, sillería y ladrillo. La fortaleza, situada en el punto más alto del montículo tobáceo, fue construida sobre asentamientos iberos y romanos anteriores, en el llamado barrio de La Villa durante la Edad Media.

La importancia de la fortaleza de Requena radica en su ubicación fronteriza durante siglos. En épocas musulmanas, perteneció al reino de Valencia, en la frontera con el reino musulmán de Toledo. Posteriormente, en el siglo XIII, fue incluida en el Reino de Castilla por el Obispo de Cuenca, D. Gonzalo Ibáñez, para el rey castellano Fernando III.

Con el paso de los años, la fortaleza perdió su función defensiva y fue utilizada para otros fines, como plaza de toros, frontón de juego de pelota y cárcel del Partido Judicial. En 1955, se restauró para convertirla en museo, y la potente torre del homenaje se coronó con almenas, tal como fue en su origen.

En la actualidad, tras una restauración realizada entre finales del siglo XX y principios del XXI, la fortaleza muestra su envergadura, con 10 metros de altura y 3 de grosor en los muros. El interior se ha convertido en un patio de armas utilizado para espectáculos en las tardes y noches de verano. Destacando en la torre del homenaje la maroma tallada en piedra, un detalle ornamental de gran relevancia.

El Castillo de Requena es un punto de interés turístico que permite a los visitantes explorar la historia de la región y disfrutar de espectáculos en un entorno histórico impresionante.