Vicenza Joyeros

"HORRIBLE ATENCIÓN, DEPENDIENTA MAL EDUCADA, me quiso cobrar 10€ un alargamiento de cadena QUE NO HABÍA ALARGADO, menos mal que la medí y me di cuenta que me estaba mintiendo, sino lo pagaba y no había hecho su trabajo. DECEPCIONANTE NO VOLVERÍA A IR JAMÁS. Por dependientas así el establecimiento pierde clientes. Si pudiera dar menos estrellas lo haría."

"Hola reina esto fue el día de Halloween y la dependienta lo único que fue es ser amable con los crios y fue a darle caramelos ya que es "Halloween...""

"Una dependienta muy borde,que prefirió saludar a unas amigas a atendernos, igual por que solo queríamos una correa de reloj...Al irnos nos dijo con recochineo que gracias,a lo que yo contesté que pocas ganas de vender ...fuimos a la joyería de al lado y allí la compramos...una pena,por que fui allí por su dueña,Raquel, a la cual le he comprado cosas cuando tenía la joyería en su casa,lo siento por el dueño, su hijo,pero luego queremos que venda el comercio de Torrevieja,pero así... no creo"

"Enorme decepción con el trato recibido una vez realizada la compra de un anillo de compromiso, pobre atención al cliente y falta de profesionalidad con respecto a la búsqueda de soluciones ya que después de esperar más de 10 días para recibir la pieza, la recibimos 4 tallas más grande de lo acordado(recibimos uno en talla 12 y no 10), lo cual derivó en una serie de rectificaciones al intentar cortar y pulir provocaron defectos adicionales. Una de las patas del engarce que sujeta el diamante no cerraba del todo arriba, por lo tanto corriendo riesgo de caída en cualquier momento. Ademas, al cortar el anillo (debido al error en el tamaño) no estaba cortado centrado por lo tanto se apreciaba claramente torcido. A pesar de la inconveniencia de tener que trasladarnos hasta en 4 ocasiones distintas hasta el negocio, solicitamos un anillo nuevo en la talla correcta a lo que el dependiente textualmente nos indicó que esa opción no se contemplaba por un anillo barato (€360), sólo a partir de €850. Resultado final: devolución del dinero (y la pieza obviamente), múltiples visitas al establecimiento, pérdida de tiempo y tristeza por no poder disponer del anillo que tanta ilusión nos hacía (y que humildemente nos podíamos permitir)."