El TIMPLE Avenida de Jaume I, 52, 46192 Monserrat, Valencia

"Muy buen servicio de camareros. La comida muy buena relación calidad precio"

"Para almorzar, el mejor sitio de todo el pueblo. Calidad precio de 10 7€ almuerzo con cacahuate, olivas, guindilla, bebida y café. Variedad y buena calidad, grandes cantidades."

"Siempre que vamos está muy bien. Trato perfecto, rapidez y calidad, todo buenísimo"

"Comida buena, servicio rápido, camareras atentas, volveremos.."

"El mejor sitio para almorzar por la Vall. El local muy limpio, inmaculado diría yo. El mobiliario muy cómodo. El servicio es muy rápido, por lo que aunque cuando llegues haya alguien esperando para coger mesa, no tardas en que te den una. Además, tiene una gran terraza en la que siempre tienes sombra. Para almorzar pedimos un chivito y el plato especial "El Timple". A cual de los dos mejor. El chivito, el mejor que hemos comido. Se notaba el sabor de todos los ingredientes y el huevo le daba la puntilla. ESPECTACULAR . El plato especial consiste en sepia a la plancha, calamares a la romana y bacalao rebozado. Una delicia. La sepia super tierna, los calamares más si cabe y el bacalao en su punto justo de cocina, se deshacía al tocarlo con el tenedor. Tanto la salsa verde de la sepia como el allioli del calamar cuadraban el círculo. Por supuesto lo acompañan con una cesta de pan para que sucumbas definitivamente al placer (en este caso del pescado en vez de "el de la carne"). Nosotros venimos todos los veranos varias veces y para nosotros lo mejor siempre ha sido el bocata de calamares con allioli. De hecho hemos llegado a ser 8 y pedir 8 bocatas de calamares. Pero creo que más de uno va a cambiar el bocata por el plato especial. El almuerzo incluye olivas, cacaos, bocata, bebida y café. El de bocata son 7 € y el plato especial son 8,50€. Merece la pena pagarlos. La dueña es muy simpática y agradable. La hemos ido conociendo a lo largo de los años y se que no es cuestión de un día. Siempre es igual de atenta. Hace años el negocio era de otra persona y ella era empleada y desde el primer día ha sido igual de atenta y simpática. De hecho, está última vez que fuimos nos preguntó, por nuestros padres con los que íbamos hasta hace un par de años a almorzar y nos alegró mucho que se acordara de ellos. Así se hacen clientes fieles. En definitiva, un lugar que debéis visitar todos. Lo de repetir no os lo digo por que vuestro paladar y sentido común ya se encargará de eso."