la alpargateria

"Son un par de señoras desagradables. Me sorprende que funcione un negocio así. Al ir a coger un modelo, me ha llamado la atención de manera inadecuada (aunque es lógico no tocar si no quieren pero hay formas de decirlo). Me las he ido a probar y me ha espetado: -¡Espera, con un plástico! (De nuevo, agradezco la higiene al máximo pero hay formas de decirlo) y ya por último, cuando le he dicho que a ver si elegía bien las alpargatas, me ha dicho que si que a ver si elegía bien porque el ante que llevaba en mis zapatos era "del malo". En fin, este caso de venta retail es digno de estudio en las más prestigiosas escuelas de economía...ni queriendo se es tan desagradable. Y por supuesto, cuando me he ido, ni un adiós. Genial. Ya se dónde jamás voy a volver."

"Compré unas alpargatas para el cumpleaños de mi abuela hace unos días y le quedaban pequeñas. Se ve que cuando se las probó pisó algo que dejó una marca en una de las suelas. De todas formas, la dueña súper simpática me hizo el favor de cambiarme el calzado a un número más. En otra tienda no me lo hubieran hecho. Trato excelente."

"Para alpargatas, la tienda de toda la vida. Además, cada vez que tengo que regalar unas zapatillas me pasó por allí, tienen de todo, para niños, para adultos, frescas, calentitas, elegantes, divertidas. El precio siempre correcto y el trato perfecto. Hoy he tenido que volver para enseñarles lo que parecía un defecto de diseño en un modelo de zapatillas que compré en Navidades y me las han cambiado sin poner problema alguno y con una sonrisa."

"Muy recomendable. Hace dos semanas compré unas alpargatas y, por un defecto de fabricación, se han descosido por el lateral con apenas cuatro usos. Con gran diligencia y profesionalidad se han ofrecido a cambiarlas por unas nuevas y a hacer las gestiones de reclamación al fabricante. Este trato cercano y personal es lo que diferencia al comercio de barrio. Muy satisfecho."

"Excelente trato y gran variedad de modelos. Quería reseñar mi experiencia con su dueña: le pedí a ver si podía conseguir unos lazos para unas alpargatas. Me explicó que no se vendían sueltas pero que iba a intentar conseguírmelas, aunque era complicado. Pues bien, después de muchas gestiones, que no tenía ninguna obligación de hacer, me las consiguió hablando con uno de sus proveedores en Italia. Pero, lo mejor fue que después de todas esas gestiones ¡no me cobró absolutamente nada!. Ni tan siquiera los portes. Así que no puedo estar más agradecido por el gesto que tuvo conmigo y, por supuesto, volveré a comprar en su tienda y se la recomendaré a mis amigos."