Clínica Ansoáin Calle Berriobide, 40, 31013 Pamplona, Navarra

"Vergonzoso. Vivimos a hora y media de la clínica. Nos citaron para una revisión de 16:30 a 17h y cuando llegamos nos encontramos la puerta cerrada, pese a ver que estaban dentro no conseguimos que nos abrieran, nos artamos de llamar por teléfono, al teléfonillo de la entrada y al timbre de la puerta principal. Básicamente nos hemos hecho una hora y media de ida y otra hora y media de vuelta para que no nos abran sabiendo que están dentro. Pero lo peor de todo es que hemos ido hoy porque ellos nos citaron a esta hora. No encuentro palabras para definir la situación que me han hecho vivir sin faltarles al respeto."

"Me realizaron un aborto derivada de la rioja y la verdad que todo me fue muy bien, estaba acojonada por los comentarios pero es que no puedo decir nada malo por que todo estuvo genial. La clinica limpia y nueva, la chica que me atendio me explico todo muy bien con detalle y delicadeza. En todo momento todo fue muy privado hasta el mometo de la intervencion y despues. En cuanto al ginecologo, lo vi 2 minutos, me pregunto varias cosas y ya me durmieron no puedo decir mas, un señor mayor. Las enfermeras estuvieron conmigo en todo, me senti muy apoyada y eso que fui sola."

"Yo me hecho una reducción de labio y me quedó fatal para denunciarlos. Unos matasanos. Aparte el médico es una persona muy desagradable exageradamente insolente. El trato fue de mas llamativo. Mi marido no se lo podía creer que fuera para tanto y me acompañó a la consulta y le trato de tonto. Y me dice me trato de tonto en la cara? Unos matasano fue un mes muy malo y ahoraa no tengo labio derecho."

"Las enfermeras un encanto me han hecho la experiencia más amable. Como recomendación no dejéis al médico hablar con las pacientes antes de las intervenciones, abre la boca y sube el pan. Asusta ponerte en manos de un tío tan rancio para lo profesional que después resulta ser"

"Mala atención. Como bien dicen otros usuarios, se interesan en cobrar, pero no en realizar las pruebas contratadas, ni en darte los resultados. El personal, de risa... Cuando llegué había una chica, llena de tatuajes, mascando chicle y sin uniforme, limpiando el local. Cuando pasé al consultorio, esa misma muchacha fue la que me atendió y me realizó la extracción de sangre. No resulta nada profesional masticar chicle con la boca abierta mientras sacas sangre. Allí no somos pacientes, somos clientes. No me preguntéis por más personal, porque allí ni había enfermeros, ni médicos, ni auxiliares... tampoco recepcionista. Puede parecer un prejuicio, pero la persona que me encontré tenía aspecto de toxicómana, o de haberse escapado de un penal. Me dio un mal trato y un peor servicio."