DRES. PAMPOLS & BROTONS Calle Granadilla, 16, 28220 Majadahonda, Madrid

"Poco más se puede añadir después de leer la reseña de J. PAST. Aunque parezca que es una broma, merece la pena visitar la clínica, simplemente por verla. Es preciosa y está cuidada al mínimo detalle, zona de juego para niños, sofás y demás mobiliario en sala de espera maravillosos, los sillones quirúrgicos dentales comodísimos, los gabinetes son preciosos con detalles que te dejan perplejo como las pantallas panorámicas en el techo con imágenes relajantes para el bienestar de los pacientes, y los dispositivos que permiten ver las pruebas de diagnosis, y así poder interactuar el paciente y el médico. La limpieza que para muchos es esencial, es extrema. Respecto a los productos y tratamientos, están a la vanguardia. Siendo los productos de máxima calidad. Y en temas bucodentales, la calidad de los productos es fundamental. Para el final, dejo lo más importante, el personal. Respecto a los doctores, destaco al doctor Sergi PAMPOLS, director de la clínica. Según se dice, está considerado uno de los mejores cirujanos de España. Es una referencia para el resto de la profesión. A pesar de ser una eminencia, es una persona de trato cordial y con una empatía excepcional. Respecto al resto del personal, destaco en recepción a Elena, siempre con una sonrisa y sumamente eficiente, Lorena y Sonia. Es una CLINICA totalmente RECOMENDABLE y de CONFIANZA."

"Sólo puedo decir que MENOS mal que di con esta clínica. Vine a aquí porque estuve en otro dentista de la zona donde después de muchas visitas, no supieron encontrar lo que me pasaba. Desde hacía unos meses sentía dolor al masticar en un diente. Me hicieron todo tipo de pruebas desde radiografías, ponerme frío para ver la sensibilidad y no encontraban nada. Ya cansado de que no dieran con el problema y me mandaran a casa diciéndome que comiera blando durante 5 días. Desde que vine, la verdad es que el trato fue exquisito y muy humano en todo momento. Al contarles lo que me pasaba enseguida el Doctor Pampols, que fue el dentista que me atendió, mandó que me hicieron un TAC (es parecido a una radiografía pero con mucho más detalle porque se trata de un escáner). El tema es que al hacer el escáner vieron una cosa que no se ve en las radiografías normales, que el diente tenía una grieta. Claro, cada vez que mordía algo el diente se separaba ligeramente en la fisura y eso hacía que me doliera. Estaba feliz de que por fin encontraran qué era lo que me pasaba. Me explicaron que, como la fisura era a lo largo de toda la raíz no se podía salvar la pieza y por lo tanto necesité que me la sacaran y me pusieran un implante en el momento. Primero me hicieron una limpieza ya que me explicaron que era importante tener la zona limpia antes de realizar una cirugía y hacía más de dos años que no me hacía una. La limpieza me explicaron que tenía que ser algo más profunda ya que tenía sarro debajo de la encía, no sabía que eso podía pasar pero se ve que no es nada raro y que por eso las encías me sangraban al cepillarme los dientes (por cierto, ahora ya no me sangran). La limpieza la hizo una higienista llamada Pilar que la verdad se esmeró mucho en explicarme técnicas de cepillado. Me pareció gracioso porque te dan un líquido que se pega al sarro y se queda toda la boca rosa. Donde tienes un color más oscuro es donde no te estás llegando a cepillar bien. En mi caso era una zona del lado izquierdo de los dientes de abajo que según ella, me olvidaba de cepillar. Es super visual, la verdad!!! Luego me dieron otra cita para la cirugía donde tardaron en realizar todo 50 minutos, quitarme el diente y ponerme el implante, jamás pensé que sería tan rápido y la verdad es que cero molesto. Me pusieron anestesia y no me enteré. Al sacar el diente se podía ver perfectamente la fisura, me pareció impresionante que una cosa tan pequeña me pudiera molestar tanto. Al entrar me encontré con unas instalaciones muy bonitas. Parece como si estuvieras en la recepción de un hotel de 5 estrellas. Esto hace que te evadas de la situación ya que a mi por lo menos no es algo que me guste en especial, lo de ir al dentista digo y allí tienes la sensación de que estás en otro sitio. En fin, por resumir que me he enrollado ya bastante, estoy super contento con este sitio, lo pienso recomendar porque tienen mi confianza."

"Llevo varios años confiando en estos grandes profesionales y he probado muchas otras clínicas. Desde la higienista hasta los doctores especialistas y auxiliares son excelentes. Te explican absolutamente todo el trabajo que van a hacer previamente así como las distintas posibilidades si las hubiese además de tener un trato exquisito con el paciente."

"Vamos primero con lo bueno: Lo mejor que puedo decir es que las instalaciones son muy bonitas. De aquí en adelante, todo mal. Lo primero a remarcar es que cuando llegue me reviso uno de los dos titulares de la firma y debo decir que me causo buena impresión. Pero luego al ir a la parte administrativa ya me molesto que, al pasarme el presupuesto, no me aplicaran el descuento que ellos mismos anunciaban en su web. Lo reclame y lo aplicaron, pero ahí ya tuve una primera sensación de poca seriedad. Como que se la jugaban a que si uno se distraía se la colaban. Pese a eso, decidi igual seguir adelante. Así que finalmente llegó el día en que empecé al tratamiento. Me ubicaron en un consultorio y al rato llego una dentista jovencita que comenzó a ponerme inyecciones de anestesia. Me puso muchas, como no recuerdo haber recibido antes en otra endodoncia. Entendí que con tanta anestesia no podría sentir dolor. Pero apenas me aplico el torno por primera vez salte en el sillon. Debo decir que aplicaba el torno ejerciendo una fuerte presión, como si lo clavara en la muela. Nada de ir de a poco. Esa práctica no favorecía demasiado el necesario y dificultoso relax. Volvió con la jeringa y me hizo varios pinchazos más. Un par de minutos después me aplico de nuevo el torno y nuevamente no pude contener un respingo de dolor. Dejo el torno, se puso de pie y me aseguro que después de la siguiente inyección ya no tendría dolor. "Se lo prometo", me dijo. Volvió con otra jeringa y me inyectó directamente en el nervio del molar. Dolio, pero lo aguante porque le crei que despues de eso se iria el dolor. Pero cuando me aplico de nuevo el torno, con su tecnica de perforacion de hormigon, creo que el dolor fue el peor de todos. Ahí ya decidió suspender el tratamiento. Me prescribió un antibiótico y me mandó a casa con la boca toda lastimada y la frustración de haber sufrido para nada. Yo soy un lego en la materia. Solo puedo evaluar a un dentista por la experiencia, no por sus conocimientos. Desde esa perspectiva tal vez la chica supiera mucho, pero, que horrible experiencia me regalo. Y por otro lado, si es que sabía lo suficiente, ¿porque no me recetó el antibiótico primero, en vez de ponerme a parir para nada?. Total, que no puedo decir nada bueno de mi paso por allí. Suspendí la siguiente cita y cambié de dentista. Ahora, por primera vez en más de 60 años, tengo miedo de ir al dentista. Así que de ellos me queda esa sensación de temor desagradable, un mal recuerdo y la impresión de que son la típica clínica donde te recibe el propietario y luego te atiende un becario."