CAPIL-LUM Avenida Isabel de Farnesio, 22, 28660 Boadilla del Monte, Madrid

"Era cliente habitual, tenía cita para cortarme el pelo, al llegar me dijeron que estaban muy ocupadas y que iban a tardar mucho; ante mi insistencia en que tenía cita levantaron a una clienta, a la que estaban dando mechas, y en 8 (ocho)minutos me cortaron el pelo. Me subieron las patillas 3cm y dejaron una más alta que la otra. Eso sí me cobraron como siempre. No vuelvo."

"Hemos ido en varias ocasiones. La penúltima no nos convenció mucho, pero quisimos darle una nueva oportunidad que decidieron desaprovechar. Teníamos cita a primera hora de la tarde y abrieron la pelu 15 minutos más tarde, estábamos a punto ya de irnos cuando llegaron. No sólo no se disculparon sino que, además, nos dijeron que no teníamos cita a esa hora y estuvieron dudando durante un tiempo: que si nos habíamos equivocado de peluquería, de día... Finalmente, se dieron cuenta de que ellas mismas habían borrado el nombre de mi hijo escrito con lápiz en la agenda de citas. Tampoco hubo disculpa por esto. Le cortaron el pelo a mi hijo, mal, para colmo de males y esa será la última vez que ganen dinero con nosotros"

"Difícil resumir en pocas palabras mi experiencia allí. Tres horas y media tardó la dueña de la peluquería en hacerme unas mechas y el precio que me cobró fue inventado: 66 euros por mechas+matizador, y cuando le pido la lista de precios (que no tenía expuesta como es su obligación por normativa) nada correspondía con lo dicho, habiéndome cobrado de más. Tuve que pedir la hoja de reclamaciones. En cuanto al trabajo, tardó tanto que cuando iba por la mitad de la cabeza poniendo mechas ya se le estaban pasando de color las primeras y tenía que irme quitando, a voleo, según añadía más. Los papeles de plata que ponía eran demasiado cortos con lo que las puntas no quedaban bien recogidas ni decoloradas y al quitarlas arrastraba con los dedos la mezcla de arriba hacia abajo y me la dejaba un rato más ahí. Resultado: tengo mechas de todos los tonos, algunas con distinto color arriba y abajo, y muchas de ellas quemadas. Pasarán meses hasta que me crezca el pelo y se recupere ese desastre. La dueña tenía la nariz fuera de la mascarilla la mayor parte del tiempo y se la subía muy de vez en cuando. La toalla que me puso por los hombros daba la impresión de usada. No me extraña la falta de clientes que tienen. En fin, mi peor experiencia en una peluquería."

"Siempre vamos a cortarnos el pelo allí. Para niños es un sitio inmejorable, tiene paciencia, un coche para montarlos, dibujos y una pequeña zona de juegos para usar mientras esperan. Sin duda la recomiendo 100%. Si vas con cita no tienes practicamente que esperar. Recomiendo ir a las cinco ya que suele ser ir y esperar 0"

"El trato de la peluquera ha sido genial, muy amable y cariñosa con mis hijos. Muy buen corte a los dos (niño de 11 años y niña de 8 años con pelo largo y rizado). En 10 días probaré yo. De momento diré que recomendable 100%."