Carlos Conde Peluqueros Santiago Rúa de Montero Ríos, 27, 15701 Santiago de Compostela, A Coruña

"Fatal. Enseñé un corte y el tipo hizo lo que le dio la gana. Además de eso ni siquiera el corte que quiso hacer lo hizo bien, un desastre. Pelo mal cortado, degradado mal hecho, voy a tener que volver a la peluquería en dos días a que me arreglen esto (por supuesto nunca más volveré a esta). La profesionalidad brilla por su ausencia, me hizo el degradado mal hecho y me dijo “así o cortamos por arriba?” Así como? Acabo antes y mejor cogiendo una maquinilla y dando cortes aleatorios en mi casa. Que vergüenza pagar no solo por nada si no por un destrozo criminal."

"Había vuelto a esta barbería por la buena experiencia de la vez anterior, me lo había cortado una chica y la verdad que fenomenal, y por eso decidí volver. Pero esta vez me cortó el pelo un chico joven que me ha hecho un completo desastre (y eso que le mostré fotos de referencia, creo que no hablamos el mismo idioma) hizo lo que le dio la gana. No recomendable."

"En esta peluquería me han hecho uno de los mejores y uno de los peores cortes de mi vida. El primero fue a manos de Toño, que en un espacio de 40 minutos se detuvo en cada uno de los detalles y el mimo que puso se demostró en el resultado final. El segundo fue a mano de un chico que en 20 minutos justos me despachó a toda prisa. El peinado quedó incompleto e incluso parecía en su actitud que te estaba haciendo un favor por cortarte el pelo. Evidentemente no pongo mala puntuación porque no van a pagar justos por pecadores, pero no veo prudente que exista tal desequilibrio en una peluquería así (aún teniendo en cuenta que es una franquicia), pues mientras por un lado tenemos a un profesional de los pies a la cabeza, por el otro está un chico con pocas ganas de hacer algo decente, dando la impresión de peluquería fast food."

"Hoy fui a arreglarme la barba porque mi barbero de confianza no tenía citas y me corría algo de prisa. Servicio demasiado rápido, todo a máquina, sin apurados, sin humedecer la barba, sin aceites ni cualquier producto, sin cuidados ni acabados, como quien trabaja en cadena en una fábrica esquilando ovejas o el que corta el pelo en el ejército. Atención coordial y amable pero el servicio muy mecánico. Ni 10 minutos tardó conmigo y al llegar a casa tuve que retocar. Puede ser que esté acostumbrado a otro tipo de trato, pero en comparación con cualquier otro barbero al que haya ido es la ocasión en la que menos lo he disfrutado. El precio se corresponde con el servicio eso es verdad."