Centre de Salut del sòl pelvià

"Mónica es una profesional excepcional. Más allá de los conocimientos, que son más que evidentes, el trato, la empatía y la ausencia de juicio durante el acompañamiento son magníficos. Recomendable al 100%."

"Monica Casas es una gran profesional. Es muy amable y la atención es un 10. Yo llevo mucho tiempo con ella y siempre que la he llamado desesperada por dolor me atendido por teléfono y me ayudado a tranquilizarme y tener paciencia porque es un proceso largo. Confío mucho en ella y en su profesionalidad. Se preocupa mucho por el bienestar de sus pacientes. Mil gracias Mónica. Maite Colomé"

"Mònica ha sido desde el primer momento una grandísima profesional y persona. Tiene un trato humano y cercano con sus pacientes, empecé con ella hace 10 años casi, y era una cría de 24 que tenía muchísimo dolor y no entendía nada, harta de ir a médicos y que éstos me hicieran más daño. Y llegué a sus manos RECOMENDADA POR LOS MISMOS DRES. DEL CLÍNIC DE BARCELONA, y me cambió la vida. Me explicó que todo lo que sentía, podía estar relacionado con la musculatura, al hacerme el tratamiento ella se amoldó a lo que yo necesitaba en cada momento y a día de hoy, 10 años después sigo con ella y no la cambio por nadie. Por desgracia mi enfermedad es crónica, pero al menos en sus manos, se hace más soportable el dolor. Eternamente agradecida."

"Sin palabras¡¡ Poco puedo decir de Mònica Casas cuando no me quedan suficientes días en mi vida para agradecerle tanto. Diría que me ha devuelto a la vida… Tuve mucha suerte en encontrarla. Después de muchas consultas con diferentes profesionales que no “encontraban” e incluso cuestionaban mi dolor, ella me puso en el camino, lleno de piedras, sí, pero gracias a su gran profesionalidad, conocimiento, experiencia, constancia, junto a su apoyo moral, trato cercano y humano, hemos conseguido, y digo “hemos” porque sin ella hubiese sido imposible, saltar esas piedras, esquivarlas, hasta quitarlas totalmente, para ser a día de hoy un camino llano, con las piedras de la propia vida, pero sin la gran piedra del dolor y la desesperación. Gracias infinitas Mónica…"