Fundación Puigvert

"El día 24 me operaron de la próstata por tener una patología de prostatitis benigna. En un principio se me dijo que estaría tres días hospitalizado y después a casa. Al día siguiente de la operación, sin que llegase a pasar 24 horas, me dijeron que ya podía irme. Cuando me quitaron la sonda para evaluar si no tenía problemas en la micción y sangrado, dando lugar a una retención de orina que no se me sondó hasta prácticamente rogar para que se me hiciera. Una vez se me practicó lo dicho para casa, teniendo que pasarme entre los tres o cinco días siguientes por mi CAP. Aguanté hasta el cuarto debido a fuertes molestias, debiéndome pasar por el servicio de Urgencias de la propia Fundación Puigvert donde se me quitó la sonda y se comprobó que la micción era buena. Al día siguiente fui a mi CAP por el asunto de la baja después de haber pasado una noche horrorosa al no poder miccionar no más que a gotas. Una vez en el CAP, se sorprendieron al saber que no se me suministró antibiótico alguno cuando le comenté lo de la noche pasada, dándose cómo se dio un resultado de infección urinaria al realizarme un análisis de orina. Con todo lo expuesto, quiero decir, queestoy bastante enojado por como se llevó la pauta de tiempos en el propio Hospital, pareciendo más dado a un ahorro económico al "echarme" cuánto antes de allí sin siquiera esperar a lo que en un principio estaba trazado, dando lugar a lo expuesto más arriba sobre la retención urinaria, y posteriormente a la infección, supongo que por falta de previsión. Por lo demás, el trato por parte de la enfermeria, no puedo mostrar nada más que elogios por su humanidad y profesionalidad, puesto que ellos mismos se ciñen a lo que le dicen sus superiores. Espero que todo se revierta a partir de ahora."

"Me sometí a dos tratamientos de FIV que no resultaron. El trato por parte de los profesionales fue muy frío, en cada visita teníamos a un profesional distinto y en alguna ocasión no sabía de nuestro caso. En ambos la medicación no fue regulada, máxima dosis de todo porque era la última alternativa decían…insistían en que ambos factores (femenino y masculino) estaban comprometidos y poco se podía hacer. Cabe decir que fuimos por la seguridad social, tras más de 18 meses de espera. No nos sentimos acompañados y para cualquier consulta no podíamos hablar con ellos, teníamos que enviar un mail y esperar. Largas esperas en cada visita, para la punción ovárica y para la transferencia de embriones. Además parte de las visitas eran en la Fundación y otras en el Hospital Sant Pau, largas esperas en ambos centros. Solo aconsejo a las personas que como nosotros, desgraciadamente tienen que pasar por esto. Que pidan información, porque no la dan y pidáis ayuda psicológica externa si la necesitáis porque tampoco la dan. Además de muchas pruebas que se deben hacer antes de empezar el tratamiento sin más. La Dra Maggioti más amable, la Dra. Saiz poco tacto. Quiero agradecer a Laia, una enfermera que me consoló y mimo en un momento duro para mi tras la punción. A todo el equipo, podemos tener en cuenta que disponéis de unos recursos limitados y unos protocolos obsoletos, pero sería mucho mejor si usaran de mejor manera. Pues el desgaste emocional de cada paciente y sus familiares es importante como para tomárselo a la ligera…es la lucha de muchas parejas de formar una familia."

"He acudido a este centro por lo privado para realizar una pequeña intervención de 15 a 20 minutos. El primer intento fallido fue debido a que la persona que me dio la hora se equivocó. Somos humanos. La operación anterior se complicó, y eso hizo que la mía se retrasara 2 horas. Entre una cosa y la otra aprox. saldría a las 9 de la noche. Debido a esto pido reprogramación de la intervención y quedamos en que me llamarían el martes. No lo hicieron. El miércoles tuve que llamar varias veces hasta conseguir que alguien me pasara con la persona que llevaba el caso, que, casualmente, siempre que la llamo está en una reunión. Cuando consigo contactar con ella, acordamos fecha y hora de la nueva intervención. Como antes de la operación tengo que tomar antibióticos, necesitaba una receta. Conseguirla fue otra odisea, durante la cual recibí un atención nefasta, repetidas veces, por parte del personal que atiende al teléfono. Ya para rematar todo esto hoy acaban de informarme de que han vuelto a cambiar la hora de la operación, sin previo aviso. Intento ponerme en contracto con la persona que lleva el caso y como siempre es imposible. No tengo nada en contra del equipo médico, pero lo referente al equipo administrativo deja mucho que desear."

"La Fundación Puigvert, un referente en el campo de la medicina, a nivel mundial, en áreas como la nefrología, andrología, urología y reproducción humana asistida. Fue gracias a la labor de Antoni Puigvert Gorro ( 1905 - 1990), en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, y a su labor fundando un Instituto de Urología donde se encuentra el germen de tal institución pionera en la medicina, nacida en 1961. Hoy, es un hospital monográfico, con una elevada especialización en áreas muy determinadas, y un alto volumen de asistencia, con un cuadro médico de prestigio."