IEA Oriol Martorell - Secundària

"Lamento profundamente, profundamente, haber asistido a esta escuela/conservatorio/engendro-artístico-socialista. La "calidad" docente y humana del profesorado, es, para empezar, patética e inexistente (salvo algunas excepciones). La calidad de la instalaciones, así como los medios relativos a la infraestructura artística, también. Yo venía de un buen centro (Escolanía de Montserrat) y vine a esta escuela buscando un centro integrado (conservatorio y a su vez colegio) y el resultado, para mí, fue decepcionante y triste. Adoctrinan a los niños y niñas desde pronta edad en la ideología social-comunista, la adoración y exaltación al estado, el odio al individuo, su libertad, propiedad y felicidad, y además, hay un visceral odio a la Iglesia Católica, odio del que fui testigo y que presencié, en forma de toda clase de fuertes difamaciones al clero. Y si esto fuese poco, para remate, adoctrinan también en el más estricto femin@zismo. Podría escribir un libro de hasta que punto me sentí humillado y odiado por el simple hecho de ser varón, tener algo de aptitud para el arte musical y ser católico. Quién sabe, quizás algún día lo haga. Escribo esta reseña, en parte, para evitar que más personas puedan sufrir lo que yo tuve que ver y aguantar aquí. De lo único que me arrepiento - aparte obviamente de haber ido - fue de no haberme ido cuanto antes. Si pudiese tirar atrás en el tiempo en mi vida, aparte de evitar el ingreso en este centro - en el caso de haber ingresado - sólo pediría irme sin dudarlo: ya en el primer año (ya que estuve 4 años), y si pudiese, en medio del curso, y si pudiese aún más, la misma semana y el mismo día. Con los años, no puedo hacer más que sentir lástima por la mayoría de personas que allí conocí, incluyendo la mayoría de maestras, algunos maestros, y la inmensa mayoría de compañeros y compañeras. Terminé esos años amargos, extraños y difíciles, con la única voluntad de jamás parecerme a ellos. Al salir de ese lugar, me hice la firme promesa de que tomase la dirección que tomase, aconteciese lo que aconteciese en mi vida, jamás me parecería a las personas que allí conocí, ni en su odio, ni en su envidia, ni en su mediocridad, ni en sus ideas, ni en su nada. Y gracias a Dios - casi 10 años más tarde - puedo decir que así ha sido."

"Emocionante."

"Mi hermana va al instituto OM y es muy bueno"