Camping Caballo de Mar Passeig Marítim, 52, 08397 Pineda de Mar, Barcelona

"Camping Caballo de Mar ( Pineda de Mar) Esta verbena nos instalamos en este camping , que por las fotos y críticas tenía buenas expectativas. Voy a pasar a resumir mis impresiones: Es un camping de la cadena Senia, pensado para fijos y familias con niños. Las parcelas son muy justas, aunque delimitadas con sus árboles y en general hay buena sombra.El suelo está limpio y nivelado. Las calles de las parcelas y las que van a los bungalows son de gravilla dura . Tema piscinas: madreee mía qué horror!! Piscinas masificadas, llenas de gente, el agua del fondo ni se ve de los sucia que está...las otras para niños algo mejor. Hay unos toboganes y cerca está el bar restaurante con el escenario. Tema animación: un desastre.Vas para San Juan pensando que estaría bien y la animación como el resto ha sdo ridícula y escasa. Tienen una zona de parcelas al otro lado de la carreterra.Esas parcelas frente al mar me parecieron mejores y una zona más tranquila, la verdad. Hay bungalows repartidos por todo el camping y bastante nuevos. No me gustó que se hicieran barbacoas a nivel particular, lo veo un riesgo para los que vamos en tienda, todas las parcelas pegadas una tras otra y barbacoas a tutiplén. La zona de sanitarios bastante bien y de limpieza también.Me gustó que pensaran en los niños con pica y espejo a su nivel.También hay baños familiares que creo que son un acierto. Me chocó el vigilante conduciendo su carrito de golf, mientras las señoras de la limpieza van arrastrando por la gravilla esos carros.Pufff!! En general es un camping que no me ha gustado especialmente.Si esperas encontrar tranquilidad, olvídate del tema. La entrada y salida al camping es muy estrecha y no siempre ves al de seguridad. En la piscina hay socorrista chico para todo.En lugar de vigilar en la piscina se dedicó a guardar porterias de warerpolo. No sé, no lo veo... En resumen un camping al que no creo que volvamos, aunque como positivo el personal amable y nos regalaron una bolsa de piscina."

"Es un camping demasiado ruidoso, las parcelas de supuesta sombra y confort, son justas y escasas en espacio. No es para nada cómodo, el camping está dividido en dos separado por una carretera y las vías del tren. La piscina abarrotada de gente. La zona de playa tiene un tortuoso acceso, hay que ir hasta el paso a nivel de Calella y acceder por un camino estrecho e incómodo, las parcelas de la zona de playa son más amplias, agradables y tranquilad que las de la zona de ocio, los servicios están limpios y el personal es servicial y agradable. En la zona de playa, la ducha de minusválidos, el acceso es con llave, hay servicios condenados y abandonados que huelen muy mal y es una pena. El acceso hasta el módulo es de arena y cuesta rodar con la silla de ruedas. El servicio del bar se queda muy escaso de personal, dado que los camareros son simpáticos y agradables pero no llegan a todo. En la zona de playa hay un bar que sólo se abre de 12 a 18 horas y es una pena porque sería un sitio agradable para aprovechar. Bajo mi punto de vista es un camping excesivamente caro."

"Es un camping divido totalmente por las vías del tren. Cogimos una parcela confort ubicada en la zona de Piscina porque se supone que es la zona de más sombra, incluso sabiendo que es una zona que suele haber más movimiento de gente preferíamos tener sombra. Al llegar nos sorprendió muchísimo lo pequeño que parecía el camping, pero cuando vimos la parcela... Justo podíamos abrir el toldo de la autocaravana y sin nada de sombra, los árboles que teníamos al lado eran pequeñitos. Aún sabiendo que en esa parcela tendríamos más ruido, nos pareció que era especialmente ruidoso. La zona de ocio (piscina, gimnasio, miniclub...) Estaban totalmente pegados a las parcelas. A los dos días nos permitieron cambiarnos a la zona de playa (sin sombra, pero parcelas bastante más amplías, zona tranquila y parking para el coche allí mismo). Lo malo de estar en la zona de playa de primeras fue el acceso con autocaravana, calles estrechas y hay que desviarse bastante para poder entrar en un paso a nivel que está señalizado como prohibido, tuvimos la suerte de coincidir con guardias municipales que nos indicaron que teníamos que meternos por allí igualmente. Al igual que para poder llegar a la zona de piscinas, bar y shows andando, hay que cruzar un paso a nivel y una calle con tráfico de coches. Nosotros íbamos con una persona en silla de ruedas y una niña, así que teníamos que ir hasta el siguiente paso para poder pasar. La zona de Ocio es muy pequeña; muy poquitas tombonas para todos los usuarios y una zona un poco agobiante para mí parecer, no hay opción de estirar una toalla si no tienes tumbona. La zona de miniclub, bajo mi opinión, está bastante abandonada. Da la sensación de que falta personal tanto de animación, como en el bar-restaurante (que el servicio cada vez que íbamos era muuuuy lento). El bar de la playa abre únicamente de 12h a 18h y hubo algún día que no se abrió. Cómo punto positivo los servicios y las instalaciones estaban siempre limpios todo el día y los empleados siempre han sido muy amables. Pero nos ha sorprendido mucho que siempre veíamos a los mismos empleados desde primera hora hasta la última de la noche, tanto en animación como limpiadoras, socorrista, camareros. En definitiva: PRECIO ELEVADO PARA LO QUE OFRECE. No lo recomendaría."