Empordanet1842 Bar Tapas

"Nos sentamos (no había nadie), pedimos 2 Coca-Cola's, 1 zumo de bote y una de calamares. Luego empezamos a leer las reseñas, la verdad que nos reímos. A nosotros nos atendieron bien, y miramos de ir al baño, aunque no teníamos ganas, solo por ver qué pasaba. En este sentido no tuvimos problema, únicamente nos dijeron que había que esperar que saliera una señora de una mesa que acababan de sentarse. Las 7 rodajas de calamar estaban buenas, pero claro, estaca directa al corazón... Y el precio del zumo casi como en Ibiza. Por último, el ticket no cuadraba ni la fecha ni la hora."

"No llegué ni a sentarme en el local. Íbamos un grupo de seis personas. A las 12:45 nos dijeron que los "grupos" no podían sentarse en la terraza. Llegaron dos chicos y les dijeron que tampoco podían sentarse, sin más explicaciones. Apareció una familia con una niña muy pequeña, de unos cuatro años, que se hacía pis. Le negaron la entrada al local. En fin, parece mentira que estos impresentables puedan mantener un bar en un sitio tan fantástico como Pals. Una vergüenza para el pueblo y para la hostelería. Gentuza."

"No sé cómo estará la comida, porque nos levantamos y nos fuimos sin haber pedido. Nos sentamos, y la niña pequeña quiere ir al baño. Nos paran en la puerta y nos pregunta un camarero si estamos sentadas en una mesa. Le explico que sí, le indico donde y no me deja entrar al baño, me manda irme a la mesa por no sé qué razones, porque no le entendí. Ante la urgencia, vuelvo a intentar entrar y nos para otro camarero negándose a qué entráramos al local, diciendo que el baño estaba ocupado. Increíble, nunca me había pasado querer entrar en el baño de un local donde vamos a comer y que no me dejen. Todo muy extraño. Y encima se encaran porque me enfado. Una estrella, porque no se puede poner menos."

"Además de que el precio de las bebidas es demasiado elevado, el trato por parte del personal deja mucho que desear. Nos han traído la cuenta cuando ni habíamos terminado nuestras consumiciones ni se la habíamos pedido, y para entrar al baño nos han obligado a entrar de una en una, diciéndonos que ya nos avisarían cuando estuviera libre. Por si eso fuera poco, ha venido una familia con dos niños pequeños y les han dicho en al menos dos ocasiones que los niños tendrían que estar callados; y el que parece ser el dueño del bar ha mandado a una señora y a su hijo sentarse cuando han ido a preguntarle algo."

"Nos sentamos en esta terraza porque era el único local que tenia sitio, no había nadie (todo un indicativo). Nuestro servicio fue bueno, el precio no tanto. Mientras estábamos tomando algo, vimos como uno de los camareros mandó a otros clientes ya sentados en una mesa sentarse en otra sin motivo aparente. También observamos como a otros dos chicos que acababan de llegar se les exigió pagar en efectivo antes de ser servidos, motivo por el cual, lógicamente se levantaron y se fueron a otra terraza a tomar algo. Nosotros no volveríamos."