Casa Cundaro

"Precioso edificio histórico con un patio encantador. Nosotros cogimos el apartamento de dos habitaciones, que conserva una alcoba original. El apartamento está limpio y es espacioso. La recepción de casa Cundaro está en un hotel cercano. Las personas que nos atendieron fueron muy atentas y amables y nos contaron muchas curiosidades de Girona y del edifcio en el que nos alojamos. Además, el edifcio está en pleno centro, pegado a la catedral. Perfecto para hacer turismo. Lo recomiendo totalmente!"

"Casa en medio del barrio judio muy cerca de la catedral. Calidad precio muy correcto. Lo unico que faltan son cortinas o algo similar para tapar el sol en las habitaciones."

"Hacer el checking en otro sitio diferente al que te has de alojar es un rollo porque hay muchas pendientes y escaleras. La habitación de los niños estaba muy bien, pero nuestra habitación era tan pequeña que podría definirla con aquella frase que dice "entraba el sol por la ventana y yo debía salir fuera", muy pequeña y sin ventanas. Y la cocina.... bueno, tome una foto de la ventana de la cocina"

"Casa al lado justo de la Catedral. En pleno centro histórico. Es difícil llegar hasta allí en coche, por lo que recomendamos llamar antes para que os informen del aparcamiento público que hay cerca del hotel històric donde se hace el check in. Hay que advertir que no hay ascensor por lo que yo preguntaría si hay apartamento disponible en la primera planta para subir menos escaleras."

"Si lo que buscas es descansar, este no es tu alojamiento. Aunque el edificio en sí es bonito, y las habitaciones tienen potencial, se quedan en un quiero y no puedo. Si pusiesen camas confortables (imprescindible para un buen descanso) ganarían muchos puntos. El baño estaba un poco catastrófico, con el papel de las paredes descolgado. No había escobilla. Tampoco había gel en el dispensador. El suelo del baño encharcado cada vez que se usa la ducha… No tiene aire condicionado y el calor en estas fechas en Girona es insoportable. La ubicación es buena si quieres disfrutar del casco histórico. Pero olvídate de dormir bien si te gusta el silencio: las dichosas campanas de la catedral y de la iglesia harán de tu estancia un suplicio. Y conciénciate para subir el equipaje por las empinadas calles de acceso…"