Casa Rural la Canal

"Optamos por La Canal para pasar tres noches de desconexión total del mundanal ruido durante nuestras vacaciones de agosto. La Canal es una masía del s. XVIII restaurada manteniendo el estilo original y con adiciones acertadas como una piscina cubierta con vistas a las montañas. Los dueños David y Lourdes son extremadamente acogedores. Se ofrecen, opcionalmente, desayunos y cenas de estilo casero por precios muy razonables, una opción muy recomendable dado que el pueblo más cercano, Gombrén, se encuentra a unos 5 km por una pista de montaña (en buen estado, pero no recomendable para hacer de noche, al menos en mi opinión). La Canal es realmente para desconectar en un entorno rural auténtico, ideal para familias con niños, y para quien busque el silencio. De hecho, durante nuestra estancia allí no vimos nunca a nadie sentado delante del televisor de la sala de estar: parece que todo el mundo optó, como nosotros, por desconectar en contacto con la naturaleza."

"Fuimos tres parejas para pasar un fin de semana,un entorno espectacular, rodeado de auténtica naturaleza y unas vistas impresionantes,los anfitriones super amables y en todo momento nos sentimos como en casa."

"La ubicación de la casa es inmejorable, en medio de la nada rodeado de montañas. La casa es magnífica, con salas comunes y una terraza con vistas perfecta para relajarse. La habitación también muy completa, cama cómoda, ducha con presión, limpio todo. Pd: Los dueños de la casa son muy buena gente! Hacen que la estancia sea de 10."

"Un lugar de ensueño en un paraje natural apacible y apartado de las masas. Naturaleza y paz. Servicio exquisito de sus dueños y simpatía y atención constante. Lo descubrimos por casualidad y es una suerte. Volveremos muchas más veces!"

"Rural, rústico, muy rural, muy rústico. Si quieres estar en una casa de aspecto realmente rural y antiguo, en que se conservan bastantes elementos estructurales antiguos, pues perfecto. Las habitaciones sí que son reconstruidas para ser alojamiento rural. Sencillas, pero limpias y correctas. La piscina, un elemento curioso y moderno en aquel lugar. Si bien la primera impresión cuando llegas después de 10-15 minutos de camino hormigonado en su mayor parte desde Gombrén, es de "Dios mio, es aqui ? por el aspecto antiguo de la fachada visible desde el camino, después uno se tranquiliza al ver que por el otro lado, efectivamente se corresponde a lo visto en la web de reserva. Desayuno y cena, quizás un poco caros, pero tampoco tienes otra opción salvo ir a Gombrén. La cantidad que te dan, está bien calculada e incluso puedes repetir si te quedases con hambre, que no es el caso. La cena son un primer plato y un segundo únicos, sin opción de elegir. A pesar de que hay que entender que es una fórmula cómoda para los propietarios, para el cliente puede no ser tan cómoda. Sería de agradecer alguna alternativa con precios más ajustados, por si no tienes excesiva hambre. Creo recordar que eran 8 euros por persona el desayuno y 17 por persona la cena. La casa tiene 5 habitaciones creo, y los precios son los que son, si no, el negocio deja de serlo, lógico. Ah, olvídate de cobertura de móvil ni voz ni datos, 0 cobertura. Tienes que tirar de wifi, que funciona correctamente. Paisaje verde y amplio, con sonido de los cencerros de las vacas que por los prados pasturan, por doquier. Para gustos los colores. Respecto la simpatia de los propietarios que veo se comenta en otros comentarios, yo personalmente no voy a los alojamientos a hacer amigos. Ellos estan regentando un negocio y yo soy un cliente, y listos. En este mundo, no todos somos afines con todos."