Motos Rucar Calle Gobernador Fernández Jiménez, 22, 40002 Segovia

"No me gusta hablar mal. Pero son unos sinvergüenzas tanto ella como el, no se como sigue abierto con la poca educación que tiene que te vee entrar y parece que la molesta atenderte dejar de leer la revista y o periòdico que este leyendo. Y los precios mejor no hablar se nos escapa de las manos, un hijo que estaba alli con ellos hace años era el que movía la tienda se fue el y asi están ."

"Busque repuestos para una mobylette y aprovechándose que es material antiguo me dieron precios desorbitados por sus repuestos. En plataformas on line estaban a menos de la mitad de los precios dados por esta tienda. Si saben usar Internet y disponeis de otros sitios para comprar, recomiendo este sitio como última opción."

"Atención no muy buena y una actitud de la dependienta ante la gente de color que casi me hace devolver lo.que había comprado. Desde luego, si no hubiera pagad antes, no sé lo compro. Han entrado dos chicos de color en la tienda a ver una moto y la dependienta lo primero que le ha dicho es "desde la calle también se ve muy bien". Espero que no compréis allí"

"el trato recibido fue una vergüenza. Fui desde Ávila a comprar piezas allí y la señora que me atendido pegaba patadas al material que le estaba comprando. no tenía nada de educación te hablaba todo borde y te pegaba voces. le dejé una careta para que mirara si tenía un faro y lo trataba mal. despues de la realización de compras la mujer me dice que le estoy haciendo perder el tiempo y dinero. NO lo recomendaría en la vida pero si quieres flipar para ver cómo está el personal pásate y fliparas!"

"Allí obtuve el mejor precio para mi moto, no el de catálogo si no uno inferior. Lo que no sabía era el "fregao" en que me estaba metiendo. Cuando la compré creía que era concesionario oficial Yamaha, pero resultó que ya no lo era aunque él propietario me afirmó que sí. A la moto le faltaba un papel para poder circular y me volví loco hablando con Yamaha en Barcelona y con el vendedor para conseguirlo. Hasta que no me publicaron una carta en Solo Moto detallando el problema no quedó resuelto. Las ampollas que levantó la publicación despertaron del letargo a todos los que hasta entonces habían hecho oídos sordos, y se agilizó muchísimo la llegada del papel que faltaba. Desde entonces Rucar ha tenido que retirar el cartel de Yamaha con que publicitaba la tienda. No me volverán a ver por allí. Además me tuve que matricular yo mismo la moto, pagar el impuesto de matriculación e ir a tráfico para obtener un número de matrícula. Todas las gestiones las realicé yo, ahí está el descuento, en el dolor de cabeza que él se ahorró."