Residencia Universitaria Atilano Coco Paseo de los Olivos, 40, 37005 Salamanca

"Cero recomendable! Puede atraer la atención por el precio pero la comida es de mala calidad, los colchones muy muy viejos, la calefacción se rompió durante los meses de invierno, poca limpieza, mal trato con el propietario, sofás rotos todos y hubo días en los que simplemente no había cena sin ninguna explicación! El tamaño de las habitaciones no está mal salvo un par que son extremadamente pequeñas aunque las mesillas, sillas y mesas muy viejas o rotas, al igual que las cortinas de la ducha."

"He residido durante dos cursos en este sitio, y puedo decir que la experiencia es cuanto menos penosa. No ha habido un mes donde no haya habido problemas de alguna clase. Durante el primer año era constante la aparición de cucarachas por todas partes, grietas y humedades. En mi primera habitación había moscas y gusanos en el baño, y en la segunda, la ducha se desaguaba y el grifo se salía de sitio. Durante gran parte del primer año, hubo una sola persona al cargo de toda la residencia (cocinar, limpiar, el huerto, la colada, etc.). Al dueño ni se le ve el pelo, y cuando aparece, es solo por hacer presencia. La comida deja que desear, los colchones son incómodos, los aislantes de las ventanas están viejos y no hacen su labor, en invierno el aire se cuela. La caldera se estropea cada dos por tres, en enero pasamos una semana y media sin agua caliente ni calefacción. Volviendo al dueño, es un mentiroso y un caradura, a cada persona le cuenta algo distinto, y se hace el loco cuando las quejas vienen de una persona externa al lugar (véase mis padres). Durante el segundo año, me amenazaron las dos personas al cargo varias veces por expresar vocalmente mis problemas con la residencia. Por poner un ejemplo, hicimos saltar la alarma sin querer una vez y uno de ellos me dijo que si “hubiese desaparecido dinero“ podrían haber llamado a la policía si hubiesen querido y me habrían llevado preso(?) y que cooperase con ellos para darle una mejor imagen al lugar. Creen que pueden meter miedo a personas de 20 años hablando de cuentos de miedo. El precio de la residencia sube todos los años, sin ninguna mejora en los servicios para justificar esto. Vivir aquí es una constante de no saber si vas a comer bien hoy, si van a limpiar tu habitación, o lo tienes que hacer tú, y de si vas a levantarte o no con toda la espalda dolorida. Si podéis evitar residir aquí, lo recomiendo encarecidamente."

"Huid ahora que estáis a tiempo. Llegue de noche y me esperaba una recepción iluminada con una persona sonriente a mi llegada. Sin embargo, me encontré un pasillo oscuro. Me recibió una estudiante en pijama, que me dio las llaves de lo que sería mi habitación. Cuando llegué, el foco de la luz estaba caido, cables a la vista, humedad, y en general, una sensación de pobreza extrema. Hubiera pasado miedo si no fuera porque las "paredes" (el papel que separaba un habitáculo y otro) permiti¡ía que oyera lo bien que se lo estaba pasando toda la residencia universitaria. Musica, ruidos, gritos... Cuando llamé al responsable para comunicarle que iba por motivos de trabajo y había una fiesta en las habitaciones de al lado que me impedían dormir, me tachó de mentiroso. Menos mal que tenía una grabación donde se oía todo el jolgorio. Por tanto, aceptó que me fuera y me reembolsaba el dinero (con los inconvenientes que suponen buscar un hotel a las 12 de la noche.) Ni una disculpa. Desde entonces, tanto yo como el equipo de Booking llevamos detrás de él para que me devuelva el dinero de la reserva, pero no contesta. Por tanto, evitar este sitio a toda costa."

"Mi hija ha estado residiendo todo el curso. Es una residencia propiedad de la iglesia Anglicana, la dirige el obispo Anglicano. Las instalaciones no están mal, los chavales se quejan mucho de la comida. En navidad se fueron dos empleados y han pasado todo el curso con la cocinera como única empleada, hacer la compra, la comida, la cena, el desayuno, la merienda, la limpieza de las habitaciones, el huerto y todo lo demás. Pese al esfuerzo desarrollado es imposible llegar a todo y lo que más se ha resentido es la limpieza. El obispo me aseguro telefónicamente que se iba a solucionar y no ha sido así. Allí entra el que quiere como Pedro por su casa, no hay control ninguno de acceso, de hecho una vez se metió una loca a las dos de la mañana por la ventana de la cocina. Hay cucarachas por los pasillos y la calefacción funciona de manera deficiente, hay días que tienen que ducharse con agua fría. Yo sinceramente no la recomiendo, el precio son 650€ mensuales y 200€ de fianza que no devuelven."

"Me ha encantado este lugar. Estando de paso nunca me había planteado alojarme en una residencia, pensaba que solo alojaban estudiantes, pero una amiga me comentó que tenía buenos precios y terminamos allí. La experiencia a decir verdad fue genial, la calidad-precio está bien todo está muy limpio (que para mi es esencial) y lo mejor que tiene el sitio es que es súper céntrico, es que está a un paso de todo, espacios culturales, los mercados, parques, transporte en fin lo que necesitas cuando te vas a mover y a vivir en cualquier sitio que vayas. Para los estudiantes creo que estaría genial. El trato de los trabajadores es muy familiar, muy amable te hacen sentir muy a gusto. De seguro lo recomendaré!!!"