La Mueblería de Sotillo

"Verdaderamente tienda con muy buen gusto y variedad de productos. He adquirido una serie de elementos en este establecimiento en distintos años,y solo puedo afirmar que la calidad es excelente y duradera. Y por supuesto decir; que el asesoramiento y conocimiento de los distintos productos es superior. Es ahí donde se denota la profesionalidad y amabilidad de la persona cara al cliente. Solo agradecer a los dueños de este establecimiento (Carmen y Teo), por la atención prestada y conocimiento profesional que presentan. Muchas gracias. No dudaría seguir comprando en este establecimiento."

"Todo un descubrimiento, magnífica tienda de muebles en surtido, calidad y precios competitivos. Compramos la mesa y las sillas del salón y lo sirvierón al día siguiente, los muebles de la habitación de la peque lo compramos por catálogo nos los sirvierón rápido y montaje perfecto.Trato amable. Sin duda volveremos"

"Magnífico establecimiento con mucho gusto en su creatividad y decoración. Como ya desde antaño marca la diferencia y está muy profesionalmente atendido. Sin duda un espléndido porvenir le seguirá sucediendo."

"Extraña tienda, pero sobre todo extraño personaje el dependiente. Parece cuando entras en su tienda que fueras a robar. Te persigue por la tienda hablando de cosas absurdas y en ocasiones soeces . El dependiente es completamente extraño y nada simpático, todo lo contrario. Necesita un curso de buenos modales y amabilidad Los muebles muy caros y poca calidad."

"Tienda de muebles enfocada totalmente a toda la población de Madrid que tienen en Sotillo de la Adrada su segunda residencia o residencia de fin de semana. El vendedor no es muy amable, debe haber tenido problemas con los locales o quizás sea así por naturaleza. Es muy poco profesional por no decir nada. En cuanto cree reconocerte como no local empieza a despotricar contra los locales de Sotillo. Yo fui con una persona de Sotillo a ver unos muebles y doy gracias a que mi acompañante se mordió la lengua cuando el vendedor empezó a desproticar de los locales. Parecía estar verdaderamente quemado, además en su afán por vender, agobiaba constantemente siguiéndote por la tienda y hablándote sin pedírselo de todas las piezas en que mostrábamos un poco de interés, consiguió que nos fuéramos bastante sorprendidos y sin comprar nada. Tienen género de calidad pero el señor invita a irse del lugar."