Villena Plaza Capuchinos, S/N, 40001 Segovia

"Decepcionante. Aquí se demuestra que las guías fallan. Muy mala calidad en un menú que no te invita a volver. El servicio de pan es nefasto, pescado congelado, gelatinas sin sabor, cochinillo que lleva cocinado días, lo único que destaca es la ubicación. Carta de vinos en la que faltan muchas referencias. Muy lejos de lo que esperábamos, sin lugar a dudas la peor experiencia de un restaurante que aparece en la famosa guía. Para no volver. Fuimos los únicos comensales del día, por la noche estaba cerrado. No me permite colgar fotografías, ya que si lo hago no se publica mi reseña… Calidad/Precio extremadamente baja."

"Uno de mis restaurantes favoritos y son muchos los que conozco de forma personal y profesional. El restaurante es muy bonito, elegante y con una cuidada decoración, así como una música de fondo que te acompaña pero no molesta. El servicio impecable, cada plato se sirve como si de un baile se tratase, en armonía, sincronidad, y discreto. Y lo mejor, la comida un espectáculo visual, belleza en cada presentación y explosión de sabores en cada bocado, así como la elección de vinos, concluyen en una experiencia 10. Cada vez que voy se superan. Sin dudar mi restaurante favorito."

"Una maravilla de sitio dentro de un antiguo monasterio con dos menús degustación que no os dejaran indiferentes. En nuestro caso fuimos a cenar y pedimos el menú corto (esencia 70€/persona) Mejillón Crema puerros Cigala Chipirón Rape Codorniz Ponche segoviano Cuando vas a este tipo de menús degustación algunos platos no te acaban de cuadrar, pero eso no paso en este sitio todos los platos estaban buenísimos y con mucha magia. Salimos encantados si volvemos a Segovia volveremos a ir porque fue una cena maravillosa, el persona muy atento y muy profesional. 100% recomendable de verás, id que no os arrepentiréis."

"Excelente menú degustación, con maridaje con dos vinos de la tierra de buena calidad y en exquisita armonía. Posibilidad de escoger el vino, en una carta escueta, pero a la que no hay que desmerecer, ni por la selección de los caldos ni por su excelente relación calidad-precio. La comida, bien preparada tanto en la textura como en los sabores, acompañada de salsas que complementan perfectamente las entradas del menú. Ambiente sobrio, se come en una antigua iglesia, que ha sabido aunar el entorno clásico con una decoración e iluminación actuales. El servicio profesional, y atento, sin ser agobiante. Para repetir, y para ser digno de una estrella Muchelín en un futuro, si así lo desean los gestores."