Albergue Parroquial Casa Rectoral Calle la Iglesia, 41, 24325 Bercianos del Real Camino, León

"Muy amables. Albergue de donativo que incluye cena y desayuno que se agradecen mucho. La única pega que le encuentro es que el suelo de madera chirría mucho al andar, y me desperté varias veces por la noche por culpa de eso."

"Excelente experiencia! Albergue donativo, incluye cena y desayuno, los voluntarios son super amables. El lugar es antiguo, tiene buenas duchas y buenos baños, un detalle a tener en cuenta es el sonido de los pisos de madera que suenan y más por la noche cuando todo está en silencio. Dispone de jardín, capilla donde invitan a participar después de la cena para charlar y a las 21 hr a 100 metros se puede ir a ver la puesta del sol. El lugar es sencillo pero INVITA a vivir una lindísima experiencia en el Camino en comunidad. El desayuno incluye te, café, tostadas, jugos, manteca, mermelada y muffins. Sin dudas es un lugar Especial!!!!"

"Un albergue muy normal que se convierte en fantástico por el trato de los hospitaleros. Alojamiento, cena y desayuno por la voluntad. Con una quedada peregrina y una puesta de sol. Altamente recomendable si deseas vivir una experiencia chula."

"Un lugar muy acogedor. Funciona con donativos, te atienden muy bien. En plena ola de calor hemos dormido frescos y dentro del saco… una maravilla! Cena y desayuno para el peregrin@. A dos calles del camino.Muy recomendable"

"Albergue en caserón de hace cientos de años, llevado por hospitaleros voluntarios, (en mayo de 2023) italianos que no hablaban ni papa de español, pero buenas personas y con muy buena intención. La noche que pasé con ellos fui el único español de unos 30 peregrinos, en su mayoría italianos y coreanos. El edificio está reformado, aunque el suelo en determinados sitios cruje que parece que te vas a ir a la planta de abajo (bastante molesto para dormir si te toca en esa zona). Tienen cena y desayuno comunitario, en mi caso me pusieron de cenar una ensalada casera, un guiso de patatas con morcilla y un trozo de sandía, todo abundante y bueno. El desayuno te lo dejan por la noche para que cuando te pongas en marcha te hagas un café, unas tostadas con margarina y mermelada, galletas, te, magdalenas, fruta..., todo de marca blanca pero abundante. A las 20.30 h. en una pequeña capilla se reúnen con las personas que quieran compartir experiencias (yo no fui, no hablaban español). Los aseos muy limpios y modernos, aunque con una caldera demasiado ruidosa. No tienen sábanas, pero si mantas, y cuando te marchas por la mañana dejas los euros que estimes oportuno. Para mí, una experiencia inolvidable."