Sidrería Restaurante Don Pelayo Calle de Santa Olaja, 1, 39570 Potes, Cantabria

"Tipico restaurante "caza turistas". Los sabores para nada se parecen a los de la zona. Los cocidos con muy poco sabor y escasos de sal. La carne seca y grasosa, me atrevería a decir que la hamburguesa era congelada, cuando ves tantas vacas por cada camino en el que vas por esos pueblos esperas una carne de calidad y no la que nos colaron... La atención fue más que lenta. No lo recomiendo para nada. Decepción."

"He leído varias reseñas malas de este sitio, que las he leído posteriormente a la visita del restaurante. Puedo dar la razón, en que la comida no se pueda valorar sobre 5 , es un sitio de tapas normal . No puedes pedir calidad cuando tampoco se paga, los precios son populares y como ya he dicho, tapas para salir del paso. Sin embargo, no puedo compartir los comentarios sobre la atención y el servicio. Hay dos camareros , los dos muy atentos, serviciales y correctos en todo momento. Por ese motivo les pongo 5 estrellas. La ubicación, es muy bonita."

"Hemos comido hoy y decir que todo espectacular. Mi marido un cocido completo y yo de menú cada uno a 18€. El cocido espectacular y las judías también. Los postres caseros muy buenos también, especialmente yo que soy chocolatera recomiendo la tarta de la abuela. Las vistas espectaculares al lado del río."

"El cocido estaba espectacular y a un precio más que asequible (18€ el menú). Todos los restaurantes de la zona suelen rondar el mismo precio. El servicio de 10, íbamos con perro y lo primero que hicieron fue traer un cuenco con agua para el. Los postres algo flojos."

"Para cuatro personas pedimos dos menús (18€ cada uno) y dos medios menús (13€ cada uno). Muy buena y generosa la comida, además de una atención buenísima por parte del camarero Senna. Los primeros platos de los menús completos nos sirvieron para compartir entre los cuatro y pedimos una ensalada de ventresca que estaba buenísima y una tabla de embutidos correcta. Los segundos platos fueron unas chuletas de lechazo buenísimas, un cachocopo correcto y dos bonitos con ensalada y patatas que no entraba en el menú pero nos lo ofreció el camarero porque lo trajeron fresco del día y que estaban buenísimos. Todos los segundo platos venían con guarnición dr patatas fritas. Para beber bebimos sidra y agua que entraban con el menú al igual que el pan. De postre pedimos tarta de queso y tarta de la abuela muy buena que entraban en el menú también. Nos gustó todo mucho además que nos soprendió la generosidad en la cantidad de comida en los platos aún siendo de menú. Por último destacar la atención del camarero que nos atendió y que se llama Senna. Súper agradable y profesional con muchos detalles que te hacen sentir muy bien atendido como por ejemplo le puso agua a nuestro perro nada más llegar."