Restaurante El Vasco de Vegueta Calle Pelota, 18, 35001 Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas

"Un trozito del País Vasco llevado al centro de la ciudad. Totalmente recomendable por su calidad en la comida con 2 cervezas vascas de grifo. Faltó 1 toque en el servicio pero se entiende al ser día de fiesta."

"Para quienes quieren probar calidad. Lugar con encanto. Profesionales cercanos que te saben aconsejar haciendo que la experiencia culinaria sea riquísima. Platos muy bien preparados y presentados. Los sabores con productos de calidad que sobresalen. Muy buena experiencia"

"Hemos probado varios sitios y en este nos hemos quedado porque la comida, la cerveza y los vinos son deliciosos. La camarera pelirroja ha sido muy simpática y agradable, nos ha dado buenas recomendaciones y nos hemos sentido como en casa. Lo recomendaremos y volveremos! ☺️"

"Otro almuerzo de primer viernes de mes. Pedimos jamón de bellota y unas cañas para empezar como siempre a las tres en punto. Para seguir con una tortilla de bacalao, unas chistorras de Arbizu, unas rabas, una ensaladilla de bacalao, un pastel de cabracho, tiras de solomillo de ternera, un entrecot, y un secreto. Todo maridado con un vino tinto Finca Resalso. Y de postre una pantxineta con helado, un goxua, y un brownie con helado. Todo muy rico, y muy bien atendidos. Muchísimas gracias."

"Era pronto pero nos apetecía tomar una cerveza y comer algo, entramos en el Vasco de Vegueta y fue un increíble acierto. Primero que nada, la atención espectacular, al ratito de llegar nosotros se llenó pero el ambiente seguía siendo muy bueno, un sitio con encanto. La chica que nos atendió nos guió sobre la cantidad de las raciones y nos acabamos de decidir por las croquetas caseras, si vas hay que probarlas, acompañadas de una salsa muy rica. Pedidos media de papas bravas, acompañadas de salsa picante, que nos recomiendan pedirla aparte, pica pero tiene un sabor espectacular, igual que el alioli y una salsa riquísima de yema trufada. Las croquetas casera varían según el día pero son suaves y sabrosas. Después pedimos unos calamares a la romana, con ensalada y papas y también muy ricos. Cuando la chica retiró los platos de los entrantes nos dejó lo que quedaba de las salsas de las papas, estos detalles, que parecen una tontería, son los que hacen de estos lugares un sitio especial para el cliente, y los que confirman que les preocupa las personas que atienden cada día. De postre pedimos una crema catalana con mata estilo vasco y estaba riquísima, muy fresca y textura suave y agradable. Nos quedamos con las ganas de probar otro de sus postres pero no se me ocurre mejor excusa para volver. En definitiva, es una experiencia que no deberías dejar pasar si estás por la zona, muy recomendable y, por supuesto, volveremos."