HLA Hospital Universitario Inmaculada Calle Doctor Alejandro Otero, 8, Ronda, 18004 Granada

"Tenía cita para un TAC a las 17:15 y cuando llegó lo que me encuentro es la sala de espera llena de gente. Voy a la chica que atiende en el mostrador y me dice que aunque tenga cita que tengo que coger número, que la cita no sirve para nada y lo que realmente cuenta es el número que coges en sala. Es decir, una vergüenza, para eso que avisen cuando te dan la cita de que da igual la hora que tengas que mientras que cojas el número más pronto que nadie es lo importante. En fin, una organización nefasta…"

"Para pedir cita en podología es un auténtico problema siempre. Este vez ya ha sido el colmo, el día 22 de noviembre estuve en consulta en el centro de granada y intenté pedir cita para el mes siguiente y me indica la recepcionista que la agenda está cerrada y que hasta el 1 de diciembre no la abren, hoy llamo para pedir cita y me dicen que tiene la agenda completa y que no me dan cita, y le digo que no es posible por lo que me dijeron en el centro y me dice que es lo que hay. Le indico que me la dé para primeros de enero 24 y me dice que no por que la agenda no la tiene abierta, esto que es ???? un cachondeo???? Y lo más fuerte es que pongo una reclamación telefónica y no me dan ni número de incidencia ni nada, total que esta compañía cada vez funciona peor."

"El bar o restaurante está fuera de control. He presenciado como los camareros insultan a los clientes. Ya algunos han emprendido quejas y reclamaciones contra este servicio que ofrece el Hospital. Es deleznable. Si no son capaces de atender con respeto no existe una respuesta adecuada para todos nosotros. El responsable debería hablar con los “hombres” camareros alguna vez incluso agresivos con empujar sillas o platos despectivamente a ancianos . Repulsivo . No permitamos que gentuza así nos atienda . Nos dirigimos con mucho respeto. Qué pena ."

"He pasado por quirófano con el doctor Enrique Bernal Blanco, todo fue perfecto. Es una persona maravillosa, volvería mil veces a pasar por sus manos. Luego había un celador, hombre, con gafas, pelo canoso y muy amable. Que se ha preocupado mucho por mí, y como aún me veía algo inestable para volverme a mi casa en Blablacar, sola y a más de 150km, me ha dejado quedarme en un sillón y me ha tenido vigilada. Se ha preocupado en todo momento por mi estado y mi dolor de estómago. Gracias a todos, de corazón, recomiendo este hospital."