Instituto de Educación Secundaria Pino Montano Avenida de Pino Montano, Distrito Norte, 41015 Sevilla

"El trato de los profesores con los alumnos no es nada bueno, y no se preocupan nada por ti, se quieres suspender y perder el tiempo este instituto es el adecuado."

"Profesores infantiles cuyo ego y orgullo vale más que el correcto aprendizaje y desarrollo del alumno. Si sufres bullying no van a poner de su parte para solucionarlo y si le hieres el orgullo a un profesor van a alegar que son superiores a ti y van a defenderse entre ellos. Las instalaciones son pésimas: el techo en las clases se CAE, nunca se limpian las clases y los baños están rotos, aunque tampoco es que te dejen entrar para cumplir tus necesidades básicas de ser humano. Los aires no funcionan, las ventanas están siempre atascadas y el sistema de calefacción es ridículo. Hasta hay cucarachas en el cobertizo de deportes. Si buscas un instituto decente y un entorno sano este NO es el lugar."

"Si hay que ser torero Poner el alma en el ruedo No importa toro que venga pa que sepas que te quiero Como un buen torero Me juego la vida por ti"

"Pésimo lugar, el bullying es ignorado, viví una agresión transfoba en un aula en el que hicieron missgender y usaron el deadname de un compañero de clase, he visto a profesores llamar a alumnos "fracasados que no van a ser nada en la vida", profesores que no han dejado ir al baño a alumnos enfermos, discriminación constante, preferencia por los alumnos destacados y le reían las gracias a los graciosetes. Patético lugar, un trauma para mi y mucha gente. Eso sí los bocatas y los de la cafetería buena gente oleee"

"Estudiar SMR en este instituto fue una de las peores decisiones de mi vida. Me lo recomendaron como uno de los mejores lugares para ello, pero dos años después de dejarlo no se me olvida lo patético que era todo. Las profesoras se entretenían poniéndonos a parir a los alumnos a nuestras espaldas. Recuerdo cuando entregué un examen y escuché a una de las docentes comentándole a su compañera entre risas lo mal que me había salido, y ella (también riéndose) le contestó que bajara la voz porque me iba a enterar. No me sentó nada bien que me faltaran el respeto de esa manera. Otro día, accidentalmente se dejaron abierto en la pantalla de la clase un documento en el que tenían escrito un breve resumen juzgando a cada uno de los alumnos, pero aquí no hablaban únicamente de lo relacionado con los estudios, entraban en temas muy personales que estaban totalmente fuera de lugar (y más aún cuando éramos mayores de edad casi todos). Por ejemplo; de un compañero de clase contaban que tenía síndrome de asperger y que por ello el curso se le haría prácticamente imposible. Como el documento lo vimos todos, este alumno al leer su descripción se vino abajo y se puso a llorar. De mí decían que tenía pocos amigos y que no me relacionaba a penas con la gente. Del resto de alumnos todo eran descripciones de este estilo, igual de inadecuadas e incluso hirientes. Así eran a nuestras espaldas, pero de cara nosotros tampoco disimulaban muy bien su escasa moral. Era muy desagradable aguantar gritos y reprimendas poco respetuosas hacia la clase en general o a algunos de los alumnos. Puedo entender lo difícil que es tratar con adolescentes conflictivos o que tienen pocas ganas de estudiar, pero estoy totalmente seguro de que las formas no eran las adecuadas en absoluto por parte del profesorado. Tampoco me pareció buena la metodología de estudio. Habían profesores que no hacían más que leer un PDF, mandarnos prácticas copiadas de la primera página de internet que encontraban y finalmente aprobarnos por quitarse de líos y mantenernos contentos. Otras profesoras nos mandaban los ejercicios de manera muy desordenada y tediosa, y si no los entregabas como querían debido a esto los suspendías sin más. Era mayor la dificultad de saber lo que tenías que entregar y de qué manera que la de la práctica en sí, por la maraña de enlaces o enumeraciones sin sentido que tenían montada en la Moodle y dentro de cada actividad. Casi todo se basaba en copiar, memorizar y soltarlo en el examen sin más. Como por ejemplo en la asignatura de FOL, donde nos hacían recordar la formula para hacer una nómina (que todos olvidamos poco después de aprobar el examen). En ofimática los ejercicios de Word consistían en copiar documentos de texto milimétricamente (sin exagerar), y como algo no coincidiera a la perfección no te lo daban por bueno. Pasábamos horas ajustando el tamaño de las letras, márgenes y demás, y esperando a que nos corrigieran una y otra vez para aprobar cada práctica. Se sentía como algo inútil y desesperante, y así un trimestre entero durante muchísimas horas a la semana. Algunos exámenes tipo test se basaban en preguntas irrelevantes y extremadamente rebuscadas en temarios de decenas de páginas. Cosas absurdamente inútiles como saber qué programas pertenecían a una suite ofimática de hace 20 años, además de su fecha de lanzamiento, etc. Y por no memorizar todo esto para el examen el suspenso en la asignatura era casi seguro. En resumen... es un sitio pésimo para estudiar que quita las ganas de ello a cualquiera. Los profesores no transmiten nada bueno, no ayudan, no enseñan. Te hacen sentir horriblemente mal y pierdes valioso tiempo."