EDUCA. Psicólogo, psicopedagoga y logopeda en Chiclana Calle Francisco Liñán Barbera, 4, 11130 Chiclana de la Frontera, Cádiz

"Grandes profesionales todos, la mejor decisión ha sido dejar a mis hijas en sus manos, he valorado mucho el haberme mantenido siempre informada y la atención e implicación que han demostrado. Los recomiendo sobre todo si ya habéis acudido a otros profesionales sin mucho resultado."

"Mas de seis años que lleva mi niña en éste centro y cada año mas contenta con ellos, desde que la cambie de San Fernando con tan solo seis añitos, hasta el día de hoy que cuenta casi trece, es un continuo seguimiento por parte de los profesionales que integran, todos ellos fantásticos, atentos y cariñosos pero firmes, mi niña esta súper contenta y la evolución desde que entró el primer día a sido brutal de buena, la ayudan muchísimo, seguiremos con ellos sin dudarlo. Gracias equipo."

"Desde que empecé aquí mi vida a cambiado cada vez para mejor hay grandes especialistas que me han ayudado, también abra más alumnos que estarán mejorando con la ayuda de los profesionales que como le gusta su trabajo procura ayudar con paciencia, tranquilidad y amor a los que lo necesita y cada vez que voy me siento mejor cuando salgo de mis terapias."

"Son un apoyo fundamental en la vida de mi hijo y en la mía. Excelente asesoramiento para mí,la evolución y mejoría que va adquiriendo cada día mi niño,no sería posible sin ellos. Grandes profesionales, muy humanos y cercanos."

"Mis padres me llevaron cuando era niña. Los psicólogos,o lo que fuera la mujer que me atendió,porque no tengo ni idea de que basura de servicio se le llama a eso me mintio y me dijo que lo que se decía en "consulta" era privado,pero después me hicieron "reunirme" con mis padres para decirles todo lo que yo les había dicho y "discutirlo". Que si,que era menor,pero eso hizo que en el futuro cuando sufriera acoso escolar no buscará ayuda profesional porque pensaba que iban a traicionar mi confianza como lo hicieron ellos.Y no,el problema que tenía de niña no era un peligro para mí salud física ni para los demás así que no tenían derecho. No lo recomiendo. Me dejaron un trauma de por vida y cada vez que pasó por ahí me dan ganas de escupirles en la puerta."