Nuevo Restaurante Ruycal 07320 Santa Maria del Camí, Illes Balears

"Quedamos un día para hacer una visita para organizar un evento,el mismo día que ya habíamos quedado anteriormente, 50 minutos antes nos llama la encargada y nos comenta que hace un par de días que está de baja y que no puede acudir,nos facilita un teléfono de su jefe le llamamos nos dice que nos llamará para concertar una cita y una semana después aún estamos esperando.En definitiva una falta de seriedad y profesionalidad inaudita ,personalmente no me atrevería a organizar ningún tipo de evento con este tipo de personas que no son ni capaces de organizar ni una simple cita."

"Hemos estado en un evento de los Chalecos Rosas, los camareros no daban a basto, no tienen ellos la culpa, la comida el primero el arroz de pescado se podía comer, pero las ensaladas sin aliñar, y en las mesas no había para hacerlo se las llevaron enteras, en cuanto al segundo asado varido al horno incomestible... Seco como una patata. El postre un trozo de ensaimada seca insípida y un vasito de helado. El café se servia cuando ya nos hemos cansados de esperar. Y en cuanto a la ubicación de la gente, no nos podíamos ni mover. Si no se puede celebrar tal evento en condiciones, por favor no lo hagan, tengo claro que si el año que viene, dicen de celébralo ahí, no iremos. Compañeros nuestros nos lo habían dicho, pero realmente no esperábamos esto. Un verdadero desastre."

"Lugar para no volver, estuvimos en un evento de chalecos rosas,el arroz de pescado se podía comer, el resto,lechna y cordero duro como piedra,ensalada sin aliñar las bandejas pequeñas para 4 personas, ,servicio muy lento para tanta gente, se quedaron sin postre la mesa de enfrente,solo era un trozo de ensaimada diminuta y un helado derretido, estábamos en las mesas sin poder movernos de lo estrechos que estábamos, así no se puede comer, todo por el ansia de meter mucha gente en un espacio donde no caben, que pena,"

"Nos gusta las fiestas que se celebran este sitio"

"Restaurante que en tiempos atrás tenía una gran demanda, resultaba extraño que en un domingo solo hubiera una comunión, pero a medida que pasaba el día vi el motivo de tal declive. Tardaron cerca de una hora en servirnos el primer plato, un arroz caldoso que aunque estaba bueno no era para tirar cohetes, a la hora y media nos trajeron el segundo plato, lechona resequísima con patas fritas frías ó merluza con gambas y almejas que aún no entiendo como no estaba bueno. Al cabo de otra media hora el postre, helado de almendra con un trozo de ensaimada que estado seca fue lo mejor del menú. Para pedir los cafés tuvimos que avisar a los camareros(el café estaba muy bueno) y para las copas tuvimos que ir a pedirlas personalmente en el bar(no tenían hierbas dulces). Tampoco sirvieron la tarta, si querías tarta había que levantarse para cortar tela tu mismo. Había una clara escasez de camareros, que hacían lo que podían. Respecto a la infraestructura, el mantenimiento del edificio es claramente nulo. Las jardineras y las fuentes estaban en estado de abandono, la madera descolorida y una fachada bastante sucia. Toda una pena de un restaurante del que siempre había salido con muy buen sabor de boca."