Sailnplay Luxury Sailing Charters Avenida Marina del Este, 18690 La Herradura, Granada

"Un día en familia inolvidable con una actividad única. Tanto Greg como Miles nos han tratado de maravilla. Para repetir."

"Excepcional la experiencia, ha sido de 10. Greg y Miles, que forman un equipo perfecto, nos han tratado espectacularmente bien, atentos en todo momento para que disfrutáramos el viaje al 100%, incluso con mis hijas pequeñas que se marearon un poco al principio y consiguieron relajarlas. La comida, estupenda, y antes de que se te vaciara la copa ya te estaban poniendo más champán. Tuvimos la suerte de ver delfines y el baño fue súper agradable. Para repetir sin dudarlo. ¡Gracias, chicos!"

"Mi familia y yo hicimos ayer la excursión a las cataratas de Maro. Un desastre. Lo primero que nos encontramos al llegar es que íbamos con retraso y la tripulación al completo solo hablaba inglés y no entendía absolutamente nada de español. Contratamos la visita en español, por lo que es algo que, al menos, debería haberse avisado de antemano. El barco era demasiado pequeño para las 11 personas (más los dos tripulantes) que íbamos en él. No había sitio para que todos nos sentáramos ni siquiera a la mesa y el espacio era muy limitado. Viaje incómodo con mucho calor y poco sitio donde resguardarse todos si no querías acabar achicharrado. Sin contar también el hecho de que el barco no se encontraba demasiado limpio. El viaje en sí empezó bien hasta que, para nuestra sorpresa, el barco paro frente a la playa de Cantarriján tras apenas 30 minutos. Allí nos dejaron bañarnos y nos ofrecieron utensilios para estar allí (pádel surf, máscaras para snorkel y demás). En ese sentido, ninguna queja. Sin embargo, nuestra sorpresa fue mayúscula cuando, tras 1 hora larga y una comida ‘luxury’ a base de perritos con salchichas diminutas, pizza y tortillas prehechas (aunque bebida ilimitada), el barco no arrancaba. Tras conseguir preguntarle al capitán cuando íbamos a ir hacia las calas y las cataratas de Maro, nos comunicó que no íbamos a movernos de allí hasta la hora de la vuelta, puesto que las cataratas no tenían agua. Todo esto parece que fue informado a otros visitantes de habla inglesa pero no a nosotros. Entendemos que no se puede controlar la cantidad de agua que llevan las cascadas, pero o lo avisan con antelación para poder decidir si queremos iniciar la excursión (a costa de perder la reserva incluso sin problema) o al menos deberían ofrecer una idea alternativa: visitas a las calas o viaje más largo en barco para intentar ver delfines, por ejemplo. Al fin y al cabo, esa es la descripción de la excursión, si no habríamos contratado otra opción. Por último y, para terminar de mejorar la experiencia, fuimos al establecimiento para hacer una reclamación, pues consideramos que no se había cumplido lo estipulado para la visita. Después de 1 hora de discusión y malas caras por parte de los empleados allí presentes, además de comentarios muy desafortunados dando a entender que al menos habíamos pasado unas horas en barco con buena comida (algo bastante discutible), conseguimos una devolución de la mitad del precio de la excursión. Poco consuelo para 4 horas de calor extremo anclados en una playa, una comida bastante mejorable y ni una vista a las maravillosas calas de la zona y menos aún a las cataratas de Maro. Desde luego, para no repetir y menos para recomendar."

"Hicimos una reserva con dos meses de antelación a través de la página web cascadademaro.com para el catamaran optimist II. Fuimos con bastante tiempo y cuando llegó la hora, vimos que había otro grupo esperando para el barco. Cuando nos acercamos de nuevo (ya que la tripulación nos había dicho media hora antes que estaba todo okey), Mike casi ni nos miró a la cara para decirnos que se habían equivocado y que habían reservado a otra gente a la vez que nosotros. Lo que más nos molestó es que en ningún momento se nos dio la oportunidad de subir al barco, subieron al otro grupo y le sirvieron las bebidas y la comida mientras nosotros intentábamos entender que estaba pasando. Un trato pésimo y nada agradable. Intentó buscar una supuesta solución sin muchas ganas. Nunca mais."

"Llegamos al puerto media hora antes y aún así, al ir a subir al barco nos dijeron que no había hueco. Por lo visto había habido un problema con las reservas y nos dejaron en tierra. La única solución que nos ofrecieron era cambiarlo al día siguiente, cuando nos era imposible por temas de trabajo. Por si fuera poco, Mike, el patrón intentó quitarse el muerto de encima con muy malos modos, negándose a reajustar de nuevo agendas. Ni siquiera fue partidario de intentarlo para solucionar un problema que ellos habían creado. Nos quedamos tristes, sin barco y habiendo pagado 5 euros de parking."