Café Bar La Panarra II Avenida Seneca, 12, 41019 Sevilla

"Sitio de incompetentes , en resumen.... Pedimos unas patatas con mojo, tres tapas y un montadito de queso. Pues bien, más de una hora esperando para que nos traigan un cartucho de patatas con mojo picón, 20 minutos después nos traen la tapa de solomillo al Cabrales. El camarero nos pregunta si nos faltan aún las dos tapas y el montadito a lo que respondemos que si, y nos dice que ya salen. Casi las 5 de la tarde , ya hartos de esperar , entramos a decir que nos den la cuenta que nos vamos , y nos vemos a la cocinera comiendo tan tranquila , y va y nos dice que no le constaban nuestras comandas. En fin, que peor no se pueden hacer las cosas. Más de una hora esperando para almorzar unas tristes patatas con mojo picón. No volveremos a pisar este sitio."

"Fui a desayunar, pedimos dos cafes, tostadas y churros, todo frío además el café nos lo pusieron mal. Pedi mi tostada de pan integral y no había, pero en vez de preguntarme que pan quería en vez de ese, me pusieron uno que ellos quisieron. Cuando fuimos a pagar, pides la cuenta y nos tuvimos que levantar y quedarnos en la barra un buen rato esperando hasta que te la dan. Varías personas se fueron mientras estábamos allí, unas porque directamente no le tomaron nota y otras por el pésimo servicio."

"Fui dos veces en el mismo día: primero a merendar y luego a cenar. Durante la merienda, con el bar lleno y todas las mesas ocupadas, nos atendieron y sirvieron súper rápido. La cena, en cambio, fue todo lo contrario. Sólo había unas 4 mesas con personas. El camarero pasaba de nosotros. Estuvimos a punto de irnos, pero al final fuimos nosotros a la barra a pedir. Luego otra espera interminable hasta que nos trajeron la comida. Y la comida, al menos la mía, fría."

"Permaneció cerrado durante meses y han vuelto a inaugurarlo, desconocemos si son nuevos propietarios. Con una amplia terraza, tal vez algo excesiva se nota que están dando los primeros pasos. Anteriormente era una cafetería, heladería, y parque de bolas para niños. En esta ocasión han dado el paso necesario e introducido una amplia carta , que también consideramos es algo excesiva. Pedimos ensaladilla rusa, patatas bravas y solomillo al whisky. Fue una grata sorpresa cuando degustamos los tres platos que estaban sabrosos y bien elaborados. Un lugar cercano en el que no parábamos , se ha convertido en otra opción muy recomendable en la zona. Volveremos.!! Hemos vuelto en un par de ocasiones y todo ha cambiado a peor. La ensaladilla ya no es lo que era, y los montaditos secos e insípidos. Y lo más sorprendente es que no tengan cerveza 0,0, y que el camarero nos mire sorprendido cuando la pedimos tostada "lo què..." Y referente a los camareros, disposición hay pero no tienen ni idea."