Restaurante Chino Gran Muralla Calle Llanes, 4, 33207 Gijón, Asturias

"Es un chino Muy bien ambiente y en zona muy céntrica Pero la calidad y menú de un chino La oferta de menús varios que vienen ya seleccionados ahorra trabajo porque ya saben a lo que van"

"No me ha gustado nada. El wan tun frito era todo masa sin casi relleno, los rollitos vietnamitas no se parecen en nada a la foto que ellos ponen. Todo además super grasiento.. No repetiré."

"Viajo mucho, me gusta probar los Restaurantes chinos donde me hospedo y tengo que decir que este de Gijon es uno de los mejores en calidad de la comida, en cantidad y en sabor. Hoy en día es difícil encontrar una salsa agridulce en condiciones ( ahora casi todos te la dan aguada) y está estaba deliciosa, . Sin duda este Restaurante entra en mi Top 3 de la mejor comida china hasta el momento. Cuando vuelva a Gijon, volveré a pedir comida sin dudarlo, enhorabuena"

"no puede ser que yo realice un pedido y me marco que me llegaría en 30 minutos, perfecto pero una hora y media después todavía el pedido no llego a mi casa, llamé y me dijeron que lo tenía el repartidor y tras una hora y 45 minuto llegó a mi casa, eso es decepcionante no recomiendo pedir"

"Seguiré echando de menos el antiguo restaurante La Gran Muralla de Marqués de Casa Valdés. El trato, la calidad y los precios eran otra historia. Hoy fuimos, al otro, el de los Alsas, a comer menús del día para una persona. El local está vetusto, muy oscuro y en la sala del fondo las "sillas", dónde nos mandaron ir, muy incómodas y bajas. La camarera muy atenta y pendiente de que los platos fluyan, parecía la jefa y ya podría haberlo sido. El resto del personal, sin comentarios, y la dueña bastante borde. Íbamos con la intención de pedir el menú para dos que antes valía menos de 15 euros pero, en la carta actual cuesta 27 y pico euros. Pues a pedir el individual, 2 por 9,95 cada uno. Es lo que hay. Los platos correctos, no tan abundantes cómo antaño pero en el momento de servirlos, no sincronizan, los primeros se sirven a la vez, los segundos igual, los terceros idem y el postre también pero no, todo a destiempo, teniendo que esperar para comer, por educación, a que sirvieran el plato del acompañante. Pérdida de tiempo bastante incómoda y el peor momento el del postre, mientras a mi acompañante le sirvieron su helado yo tuve que esperar 20 minutos por un par de rodajas de manzana frita. La calidad de la comida, en nuestro caso, no estaba nada mal, por el precio no esperábamos un Master Chef. El local necesita una actualización urgente y, salvo la camarera que nos atendió, que el personal sea algo más atento y cordial en el trato, que también trabajamos duro. Un saludo."