Bar restaurante A fuego Calle Felipe II, 34, 41013 Sevilla

"Acudí al restaurante con dos amigos al ser un sitio famoso por sus carnes y no nos equivocamos. El concepto es joven y no es restaurante de mesa y mantel. Magnífica relación calidad-precio, probar sus carnes y el aguacate a la brasa"

"Una comida en la que disfrutamos mucho, carta muy variada y con productos en los que se notaba la alta calidad y el cuidado en las elaboraciones. El servicio fue impecable durante toda la comida, el personal es encantador, el local está cuidado y la terraza es muy agradable. Lo mejor de todo es la comida, probamos varias cosas y no hubo ni un plato que no nos gustara. A destacar la carne (Txuleta vasca y T - Bone), la ensaladilla, las croquetas de cecina y el aguacate a la brasa de fuera de carta. En fin, uno de los buenos restaurantes que puedes encontrar hoy en Sevilla."

"Buena carne el resto regular. Servicio sobre pasado, atienden tarde y mal. Mejor fuera que dentro. La carne lo mejor."

"Muy buen servicio. Carla nos atendió de maravilla. Todo lo que pedimos estuvo muy rico. Volveremos"

"Ayer visitamos este nuevo local situado en Felipe II. Es un local amplio que cuenta con una gran zona exterior dedicada a veladores, así como un salón interior con 4/5 mesas. La decoración es minimalista pero esta seleccionada con gusto, primando el color de la madera y la piedra. Ya cuando nos acercamos llaman la atención un par de rótulos luminosos situados en la cara frontal del local. Los cuales, como si de una parrilla se tratase iluminan con color fuego el logotipo del restaurante. Algo muy curioso y original que, sin duda, no podrás evitar contemplar. La carta es amplia, pero está bien enfocada. Siendo el elemento principal de la misma la carne cocinada, como no, al fuego. Nosotros comenzamos con unas gyozas espectaculares, servidas con mayonesa de soja. Muy recomendables. Así como con unas patatas bravas realmente bien fritas y un hummus de Filadelfia muy original. Tras esto continuamos con las verdaderas estrellas: una txuleta vasca realmente increíble y un lomo bajo de rubia gallega que parecía deshacerse en la boca... Tanto es así, que de esta última no fue posible hacer foto siquiera, ya que calló casi antes de que el camarero apoyase el plato en la mesa. La carne, de primera calidad, se sirve junto a una pequeña parrilla individual con carbón con la que puedes terminar el plato a tu gusto, haciendo que el proceso sea más personal y divertido. Algo que es de agradecer. Además, creo que merece la pena reseñar que, cuando te la sirven, lo hacen junto a un cuchillo de una calidad espectacular que hace que cortar la carne sea una auténtica gozada. Sin duda es un sitio completamente recomendable al que volveré tan pronto como pueda."