Mj Automocion Avenida Virgen del Carmen, SN, 11204 Algeciras, Cádiz

"Muy buenos profesionales, una atención excelente. Lo recomiendo al 100%."

"Inmejorable. La atención recibida por Ana y el equipo de mecánicos. Sin dudarlo va a ser mi taller de referencia."

"El 29 de mayo de 2023 fui al taller MJ AUTOMOCION (AVDA Virgen del Carmen, S/N de Algeciras, Cádiz) con mi vehículo, la persona que me atendió comprobó las medidas de los neumáticos. Solicité dos neumáticos para las ruedas delanteras con alineación e indiqué que los quería fabricados en este año. Realice el pedido y me indicó que los neumáticos llegarían al día siguiente. El vehículo se pudo recoger a última hora del día indicado (30/05/23), pero no puede ir yo, de modo que cuando llegué a casa comprobé que habían montado unos neumáticos que llevaban fabricados 1 año y 8 meses (semana 40 de 2021). No estaban fabricados en el año como solicite. Fui al taller para comunicar mi desacuerdo con los neumáticos montados por la fecha de fabricación. Y tras consultar me comunican que los neumáticos no tienen caducidad y no pueden hacer nada. Como cliente tengo derecho a exigir unas características y si no me interesa lo que me ofrecen pues no lo compro. Habiéndoles hecho saber las condiciones con las que quería el neumático, no tendrían que haberlos montado, en todo caso haberme informado por si me interesaba una vez conocida por mí la antigüedad de estos. Me han montado unos neumáticos que me duraran menos y que no se como lo han conservado porque no tenía ni el olor característico que suelen desprender, y que siempre he notado en mi garaje cuando cambio los neumáticos y que dura varias semanas. Al conducir el vehículo la alineación se nota correcta, aunque el volante queda ligeramente girado a la derecha para poder ir recto. El trato ha sido correcto en todo momento, pero he quedado defraudado y me considero engañado."

"Rápidos, amables y econòmicos. Taller 100% recomendable, grandes profesionales."

"Estimados señores de Mj Automoción, y más en concreto quien haya redactado la contra reseña. Cuando un cliente acude con cita previa a un taller mecánico como al que me dirijo, es comprensible que no pueda acceder en el instante exacto en el que tenía la cita. Es comprensible que pueda llegar el cliente tarde, como fue mi caso. Es comprensible que tenga que esperar a ser atendido. Es comprensible que estando, en mi caso, obstaculizando uno de los carriles de circulación de la vía principal sea vilipendiado por todos los vehículos que no puedan hacer uso del tramo que estoy ocupando, y sea amonestado por un vehículo de la policía local de la localidad. Es comprensible que, tras advertir de esta vicisitud a la señora de recepción, haciéndole ver el hecho y que tenía que marchar mediante reseñas al reloj, la señora me pidiera paciencia. Es comprensible que, tras ver como me volvían a señalar acústicamente para que despejara el carril, le hiciera gestos, a la citada señora, de que me iba a marchar a aparcar a otro lado. Obviamente, es comprensible que la señora, de una manera respetuosa, me indicara, con aspavientos, que me fuera de allí. Es comprensible que tras haber aparcado el vehículo en la calle, donde deja de obstaculizar el tránsito de la vía, me dirija al taller para preguntar por los gestos amistosos y respetuosos de la señora de recepción, que, de una manera alterada y con pulso tembloroso atendió a este cliente al igual que haría con un contendiente. Sólo le faltó soltar algún improperio grosero y zafio. En aras a su profesionalidad, no supo acertar en la formulación instrumental adecuada para con la correspondiente queja presentada, ni tan siquiera qué copia debió atender y entregar. Seguro fue un error y no carencias comprensivas, ni mucho menos su conturbado estado visceral. Todo tiene sentido a la vista de ese taller, y en un sentido literal, así fue como pasó, pero en un plano interpretativo y lleno de honestidad, les vuelvo a advertir de que las formas que usó la señora de recepción, no son las correctas ni mucho menos profesionales. Señora a la que discriminan positivamente, al aludir en sentido dogmático mi comentario. Podría haber sido ella, o haberse llamado Antonia y tener mostacho, o ser del género binario, o agénero, o incluso pangénero, o mejor ser un gato con coeficiente de humano atendiendo la recepción, aún así seguiría cometiendo una falta de respeto a sus clientes, en este caso particular. Les rogaría que no aludieran a la condición de genero, considerando los elementos integradores que en una sociedad desarrollada hemos alcanzado la mayoría de las personas civilizadas, y que en ocasiones se aluden por aquellas que pueden disponer de un elemento diferenciador de género por su atávica naturaleza. Al igual, les rogaría que le hicieran comprender a esta señora que el respeto se pierde una vez que se hace gala de su inexistencia, y una vez perdido, la persona deja de ser respetable. Como saben, en una anterior ocasión, estuve en sus instalaciones, y a pesar del desagrado que me produjo que la señora de recepción cometiera el error de adquirir para mi vehículo una pieza de recambio que no se correspondía con el modelo concreto, he vuelto a considerar la opción de entregarle una nueva oportunidad de demostrar su profesionalidad, pero esta vez, créanme, "se ha superado". Es una pena que la señora sólo tenga falta de respeto a este cliente y que, como dicen, vaya a estar siempre con ustedes. Seguro que jamás habrá cometido ningún error, ni habrá faltado al respeto a nadie más que en estas dos ocasiones y a este cliente. P.D.: Recuérdenle que debe decir buenos días a TODOS los clientes. _______ La señora de recepción es una borde. Debería "saber estar y ser más profesional". No se puede menospreciar ni mostrar indiferencia por la pérdida de un cliente, sobre todo por tratos muy poco profesionales. No exijo la exquisitez, pero al menos educación, y esto no lo entiende. Nunca más mientras esta señora esté ahí. Los servicios profesionales del taller, de gran calidad y elevada satisfacción."