ZARA Calle Luis de Morales, 3, 41005 Sevilla

"No suelo comprar mucho en zara porque personalmente no es mi estilo pero ésta mañana fui a devolver unos leggins que había comprado el día anterior por la tarde y tuve muy mala experiencia con una de las dependientas. La chica no quería hacerme la devolución porque según ella los leggins estaban "llenos" de pelos. No era cierto, quizás podía tener algún pelito ya que tengo un gato en casa y los pelos a veces están en el aire, pero nada exagerado, literalmente tendría 3 o 4 pelos que ni siquiera me di cuenta en casa, sino los habría quitado con el rodillo. No habían pasado ni 24 horas, estaban perfectos, con su etiqueta y la chica fue muy desagradable mientras los miraba de arriba a bajo con malas caras como si yo los hubiera estado usando durante una semana vaya. Yo misma soy dependienta en otra marca y me pareció una situación innecesaria, diciéndome la chica que asi no podía ponerlos en tienda, cuando el día anterior cuando los compré, precisamente me probé una camiseta y tenia una mancha en la manga. En fin, muy antipática."

"No pidáis artículos de compra online para recoger en esta tienda, tienen CASI SIEMPRE rota la máquina expendedora de los pedidos y literalmente te quedas sin dinero ni pedido hasta que les de la gana SIN EXPLICACIÓN ALGUNA! No lo hagáis"

"Todo súper ordenado, muy limpio pero la cola para pagar, interminable. Había tres cajas pero abierta, solo una. Había una cola que llegaba cerca de la puerta y aún así, no habrían ninguna más. Por el resto, todo perfecto, al igual que l@s trabajadores, amables y muy educados."

"Acabo de salir de hacer una devolución. Con una cola de al menos 20 personas, una de las chicas de caja se pone a probarse unas prendas que alguien devuelve, a continuación la compañera le hace el cobro de las mismas. Increíble, clientes esperando y ellas de charla sin importarles si quienes estamos en esa cola tenemos prisa o no. Ahora puedo entender el porqué de esas enormes colas para devolver..."

"Fui en busca de unos zapatos, le pregunté a una chica y de muy mala gana me dijo que todas las tallas estaban fuera, ni siquiera me acompañó o me dijo donde estaban. Le volví a preguntar a otra chica, ella era muy agradable e intentó ir al almacén a buscarlos, pero tardaba mucho y no me decia cuanto iba a tener que esperar ni nada, me daba vergüenza ya de todas las veces que tenía que preguntarle por los zapatos. Al final no me los lleve. También quería devolver una camiseta y había una cola larguísima, las encargadas de caja estaban todo el tiempo hablando e iban muy lentas."